Mírame. [KaiSoo]

Capítulo 17: LO SIENTO.

— ¡No te lo puedo creer, Kim Inútil Jongin! —gritó el castaño a todo pulmón, con el rostro hirviendo de cólera, liberando todos los demonios que lo habían poseído aquella fatal noche de borrachera por parte de ciertos inquilinos. Resopló, tomando bocanadas de aire para no tener algún tipo de ataque al corazón en ese mismo instante—. Harás que me salgan canas verdes, en serio, no puedo… ¡Dios! ¡¿Cómo eres tan idiota?!

—Pero…

— ¡Pero nada! ¡Eres un idiota y punto! —Jongin se calló y tomó el segundo vaso de agua, esperando que la pequeña resaca y el dolor de cabeza, cesaran. Luhan se había aprovechado y los había levantado temprano para regañarlos por provocar tanto drama la noche anterior, ahora que ya no tenían alcohol en su sangre y se encontraban, más o menos, conscientes. Eso sí, la resaca los atormentaba.

—No grites, Luhan, me duele el ojo. —se quejó Sehun, adaptando una mejor posición en el sofá y cubriendo su ojo morado con un hielo envuelto en un pañuelo que tan amablemente Luhan se había dignado en darle para bajar la hinchazón.

— ¡¿Qué?! Es mi departamento, puedo gritar todo lo que quiero. Ustedes solo vienen a traerme problemas, apenas me dejan respirar.

Y es que el castaño había hecho de niñera toda la noche y parte de esa mañana, sin poder descansar en ningún momento. Sehun había tenido una especie de pelea con un chico por intentar defender a su hermano mayor en vano -solo un golpe no tan grave en el ojo y algunos moretones-, Jongin se había embriagado en su auto con Sooyeon y, ambos, tuvieron relaciones sexuales. Y por otro lado, Baekhyun y Tao se habían excedido con el alcohol.

Luhan terminó siendo el único sin ningún rasguño y completamente sobrio al igual que Kyungsoo, por lo que ambos tuvieron que llevar al pelicandy directo al hospital para una revisión con los tres embriagados en el auto de Jongin, seguido de Kyungsoo que venía en el auto de Luhan, aunque desapareció a los minutos que salieron del hospital, poniendo la excusa de que iría a visitar a su tía que vivía a algunas cuadras de allí. Baekhyun, por otro lado, había sido recogido y llevado por su amigo Park Chan Yeol, en quién Luhan confiaba porque se encontraba en sus clases de canto y, sabía, que cuidaría del pequeño revoltoso.

—Y tú, Zi Tao, ¿por qué permitiste que Baekhyun tomara? ¡Es menor de edad, era la primera vez que consumía alcohol y casi se intoxica! ¡Pudiste matarlo!

— ¡Él dijo que ya había tomado antes! —se defendió el pelirrojo, acostado en el suelo con el cubrecama del dueño del departamento—. Me dijo que sí tenía experiencia y que la edad no significaba nada.

— ¿Y tú le creíste? —Tao se cubrió el rostro y dio por finalizada a la conversación, sin ánimos de seguir hablando ya que la noche no había sido tan buena cómo había supuesto—. De todos modos, debo ir a trabajar y…no confío en ustedes como para dejarles mi departamento a cargo.

—No sabía que trabajabas, Luhan. —Jongin salió de la pequeña cueva que se había hecho con sus brazos y miró al mayor, curioso.

—Yo tampoco lo sabía, recién ahora me vengo a enterar. —Tao, igual que el moreno, salió de aquella cueva que formó con el cubrecama.

— ¿En serio? Entonces tú eres el único de los tres que sabía. —señaló al ex rubio, quién asintió lentamente con los ojos medio cerrados—. No es nada del otro mundo, sólo cuido a un niño en las vacaciones cuándo sus padres salen. Se llama Hansol, es un pequeño muy lindo y tiene solamente dos años. —levantó dos dedos en lo alto y sonrió hacia Sehun. Tomó las llaves de su auto, quitando aquella sonrisa de su rostro rápidamente al notar que el menor se encontraba casi inconsciente en el sofá—. Jongin, ¿podrías acompañarme hasta la puerta?