Mírame. [KaiSoo]

13: Sentimientos aclarados.

Realmente confundido y perdido, así se siente Kim Jongin en este preciso momento.

Luego de una noche repleta de pensamientos acerca de su compañero de habitación, Jongin ha llegado a la conclusión de que le gusta, y mucho.

Tal vez no le atrae aquella belleza externa, cuantificable e impersonal del mayor, sino que tal vez –solo tal vez- se trata de algo más...algo en su interior... ¿quizás? ¿Podría ser? Claro que sí, eso lo hace aún peor de lo que ya es. Y la única solución viable es alejarse; difícil, pero no imposible. Simplemente alejarse un poco del mayor. O algo así, solo necesita terminar de una vez con esos extraños sentimientos que sentía por Mr. Humor.

Pero para Jongin nada resulta ser tan fácil, más aún si se trata de Mr. Simpatía, un maldito desgraciado que parece querer algún tipo de amistad con él, acercándose más cuando el joven lo ignora –o, por lo menos, eso intenta hacer–. Incluso le hacía muecas raras, que Jongin clasifica como "sonrisas", o lo ayuda con ciertas tareas que el menor no consigue realizar, entre otro montón de cosas que Kyungsoo se ha dignado a hacer como buen compañero luego de tres meses que conviven en ese lugar.

Aunque eso no es todo, claro que no. Jongin, en cierto momento, se ha dado por vencido con su promesa de hacerle la ley del Hielo a Mr. Humor y acepta todas las acciones positivas del pelirrojo con alegría excesiva y sonrisas contagiosas. Y ahí, justo en el momento en que el moreno corresponde, Kyungsoo frunce el ceño y vuelve Mr. Humor, el original de hace tres meses atrás.

¡Jodido infierno!

Jamás iba a poder comprenderlo, entenderle de una vez por todas, es tan frustrante siquiera pensarlo y mucho más el intentarlo. ¿Estará jugando con él? ¿Lo hará para herir sus sentimientos? ¿Qué pasará por la cabeza de Mr. Confusión?

Y no solo Jongin se carcome las neuronas con el mar de dudas en que se mete por el pelirrojo, ¿hay que agregarle la extraña actitud que Luhan mostraba día a día? Su amigo está bastante raro, demasiado callado en comparación a como solía ser antes. Y aunque el moreno quiere respuestas –además de los típicos "no me pasa nada" por parte del callado chico-, ¿qué puede hacer? Luhan es tan obstinado en algunos momentos y cuando no quiere hablar, él simplemente no lo hace y punto.

¿Y Sooyeon? Sí, la chica también está de regreso, más insistente en el tema de invitar a Jongin a cualquier tipo de lugar para que estuvieran juntos y pudiesen "conocerse mejor". No es una mala chica, claro que no; pero a Jongin parece interesarle otras...cuestiones.

El de cabellos azabaches resopla y cierra el libro con frustración, dándole finalización a su "estudio". Está sentado en un banco de la biblioteca, intentando repasar algunos temas que no le han quedado muy en claro y, a su vez, terminar con las tareas pendientes de hace varios días atrás, más las nuevas que le acaban de dar.

Vuelve a resoplar y arruga su nariz, alejando de aquel modo el horrible olor a perfume ambiental que habita. El silencio se encuentra en cada parte de aquel enorme lugar, al igual que los millones de libros bien acomodados en las estanterías. La bibliotecaria sentada muy cómoda en su silla, con un traje azul combinándole y una vieja computadora frente a los lentes que cubren sus ojos.

Jongin, cansado de examinar cada espacio de aquella biblioteca, toma el libro y se dirige al escritorio de la bibliotecaria, dejándoselo al lado al igual que las muy amables gracias que sale de sus carnosos labios. Sale por las amplias puertas y emprende su camino a la habitación, resignándose ante la idea de tener que volver a bajar por aquellas escaleras tan odiosas. Baja uno por uno los escalones de la primera planta, observa por la ventana como el sol cae lentamente en un colorido atardecer y, por fin, da con el último escalón.