Todo menos besar

Capítulo 24: El pasado también duele

Juno. 

Dylan estuvo llamando y enviando mensajes, pero no contesté, simplemente no podía. Ya no podía ver a Dylan de la misma forma o sentirme de la misma forma, era cómo si todo los malos sentimientos que había tenido contra mi madre volvieran a mí pero de una manera más fuerte.

— ¿Alguna de ustedes tiene la foto de Dylan con otra chica? — dije mientras estaba haciendo vídeo llamada con Kate y Emma. 

— ¿Qué foto?

— No se hagan, ustedes siempre se enteran de todo así que deben saber de eso, de ese viejo rumor y esa foto.

— Te la envío ahora — dijo Emma luego de un suspiro. A los segundos me llegó la foto, y efectivamente era Dylan. Se podía observar su rostro, sus manos sosteniendo el rostro de otra chica mientras parecían besarse muy profundamente. El rostro de la chica no se alcanzaba a ver, pero si su larga melena rubia.  

— Por un momento pensé que era invento de Helena, pero ya veo que no. ¿Por qué nunca me lo dijeron? ¿O por qué nunca me lo advirtieron antes de estar con él? 

— Porque es algo pasado, y sabíamos que Dylan no era capaz de volver a hacer algo así y menos con lo maravillosa que eres.

— Me lo hubieran dicho de todas formas, ustedes saben perfectamente lo que hizo mi madre, Dylan técnicamente hizo lo mismo. 

— La diferencia es que Dylan si volvió — defendió Emma. 

— ¡Pero duele! ¡Duele saber de que a pesar de que sea pasado pudo hacer algo así! — dije dolida desde el fondo de mi garganta. Kate y Emma se quedaron en silencio, solamente mirándome a través de la web cam.  

— Te aconsejo que hables con él — dijo Kate, suspiré y asentí.

— Lo haré — colgué y cerré la laptop. Me levanté y me dirigí a la casa de Dylan, su madre me abrió diciéndome que Dylan había ido a entrenar al parque, pero podía pasar a esperar. 

Esperé en su habitación, sentada en la cama, sintiendo mariposas de nervios en mi estómago. Dylan entró e inmediatamente me levanté. 

— ¿Crees que el cabello rubio me quedé? — me miró confundido.

— ¿Qué dices? 

— Tal vez me pinte el cabello rubio, así tal vez no me vayas a dejar durante el verano tal cómo lo hiciste con Helena — el rostro de Dylan cambió completamente, tornándose de un color pálido. 

— Lo que sea que te haya dicho Helena, es mentira, seguramente su plan es hacerte su amiga para luego decir todas esas cosas — respondió segundos después tratando de disimular.

— Tardaste mucho en contestar, eso te delata — me acerqué a él, quedando frente a frente —. Mírame a los ojos y dime que es mentira , dime que no dejaste a Helena durante el verano por otra chica. Dímelo sin balbuceos, y te creeré — su silencio fue respuesta suficiente. 

— Yo... Lo siento, realmente no sé que decir. 

— ¿Por qué nunca me lo dijiste?

— Iba a decírtelo pero me contaste lo sucedido con tu madre y no quería herirte más, no quería hacer que dejarás de creer aún menos en el amor. Quería estar contigo, o al menos tratar, yo no quería que algo del pasado lo arruinará.

— El pasado también duele ¿por qué crees que tardé bastante en perdonar a mi madre? 

— ¿Tal vez por orgullo? 

— ¿Tan siquiera estás escuchando lo que dices? Acabas de romperme el corazón, si no confiaste en mí desde el principio cómo para contarme lo que hiciste ¿qué puedo esperar de ti? — dije dejando las lágrimas caer. 

— Puedes esperar que no vuelva a cometer el mismo error, nunca, porque te amo y no pienso perderte — se acercó y tomó mi rostro, di un paso atrás. 

— Acabas de perderme — me quité el collar que me había regalado.

— No, no hagas esto — le entregué el collar en la mano y lo volví a mirar a los ojos.

— Lo siento mucho, pero esto es muy difícil para mí y no creo soportarlo — salí de su habitación y seguidamente de su casa, caminando sin mirar atrás, mirando al frente con lágrimas y recuerdos.  

Dylan.

Me senté en la cama mirando al collar, una lágrima que provenía de mis ojos cayó sobre el collar. Decidí dejarlo a un lado y solamente recostarme en la cama mientras me arrepentía por todos errores del pasado que nunca creí que afectaran mi presente, y el futuro que planeaba tener con una chica que realmente amaba.  

Amaba a Helena, eso no lo voy a negar, y dejarla por otra chica fue lo más estúpido que hice en toda mi vida, tengo que admitir que lo hice por el simple hecho de tener más diversión. Tal vez por eso Helena cambió por completo y me humilló porque me lo merecía, fue el karma y el karma volvió a hacer su trabajo ahora con Juno. 

Tomé el celular y volví a llamarla, pero tal cómo lo esperaba y lo merecía no respondió, así que me rendí. El resto del día me quedé escuchando el disco que me había regalado en Navidad, recordando todas las cosas que habíamos pasado estos últimos meses, todo aquello que tiré a la basura incluso antes de haberlo vivido. 

No quería terminar el año con un corazón roto y sé que Juno tampoco, además no se lo merece.

No sabía que hacer para remediarlo.

Capítulo editado