𝒅𝒂𝒓𝒌 𝒔𝒊𝒅𝒆 𝒐𝒇 𝒚𝒐𝒖 | kylo ren

𝐼𝑉

Justo después de aquel combate Kylo se dio cuenta de lo fuerte que era Irina.
Manejaba hábilmente el sable láser y tenía reflejos, cosa que a él le costó mucho mejorar en sus entrenamientos. Quizás ella estaba entrenada y ser chatarrera era una tapadera.
En ese momento es cuando realmente se lo empezó a cuestionar.
¿Y si era una jedi enviada por parte de la resistencia? ¿Querían infiltrarla para conseguir algo de la Primera Orden? No podía permitirlo.
Kylo enfureció y con su mente paró a Irina, que iba delante de él.
-¿Q-q-qué pasa?- dijo algo asustada.
-Tú...- dijo Kylo cogiéndola del cuello.- Tú estás muy entrenada...¿quién te envía?
-No me envía nadie. Tú mismo me has cogido y metido en la nave, si me hubiera enviado alguien,¿me hubiera colado no?- dijo la chica seria. - Además siempre he vivido en Jakku y he sido chatarrera, que tenga habilidades en combate será por luchas contra tantos maleantes. Que yo sepa la resistencia nunca ha visitado un planeta tan simple.-
Kylo se sorprendió por la respuesta que le acababa de dar.
-¿Cómo sabías que estaba pensando en la resistencia?- dijo Kylo.
-Eh...no lo sé...es como que se me ha pasado por la cabeza...- dijo ella, soltándose del agarre de Kylo.
-Está bien, vete a tu cuarto, descansa y mañana nada más te despiertes necesito que vengas a mi habitación. Mandaré al General Hux para que te acompañe.- dijo Kylo. -Buenas noches.- dijo, y se giró dirección a su habitación, escoltado por dos soldados.
Irina se fue a su habitación y se dispuso a dormir, con la duda de cómo había adivinado lo que Kylo estaba pensando.
Él se encontraba en una ola de emociones.
Primero estaba serio y sin expresar ánimo alguno, como normalmente era su día a día.
Después se sentía enfadado y algo culpable, y por último confundido y sorprendido a la vez.
¿Desde cuando mostraba algún signo de "cariño"? Decir buenas noches y que descanses bien no se lo permitía en su día a día, o al menos solo lo usaba con personas que tuviera algo de "confianza". ¿Pero a una recién llegada?
Dudaba de él mismo. Era un sentimiento nuevo para él, pero no encontraba la manera de describirlo así que se puso a dormir, cosa que realizó sin éxito.
La mañana siguiente fue incómoda. Se despertó después de lo poco que había dormido y realizó sus ejercicios de meditación y control de la fuerza, que poco le sirvieron ya que enfurecido porque no los podía realizar, tiró una jarra de agua al suelo. Todo por aquel pensamiento constante, la chica.
Intentó recoger un poco lo que había tirado pero no lo consiguió, así que lo dejó ahí, al menos un poco más apartado.
Se sirvió un vaso de agua fría y desayunó sin gana alguna.
Al rato, llamaron a la puerta.
Kylo abrió, dejando ver a una inocente Irina vestida aún en pijama y algo adormilada.
Kylo sintió cómo se le ablandaba el corazón.
-Buenos días señor Ren, perdóneme por ir así pero es que casi olvidaba que me habías citado y no pensaba en llegar tar...-
-Tranquila, pasa.- interrumpió él. -Toma asiento si quieres.
La chica se sentó alrededor de la mesa negra, la cual era majestuosa a su parecer.
-Bueno, pues quería decirte un par de cosas.- Kylo intentó sonar lo menos duro que podía. -La primera es que posees el poder de la fuerza, cosa que ya es obvia que sabes. Ese es el motivo por el que quiero hablar contigo.
La fuerza es algo muy poderoso que se tiene que saber controlar, ya que ya sabes lo que pasa si se te sube el poder a la cabeza.- Era gracioso porque el mismísimo Kylo Ren estaba dando consejos sobre cómo controlar la fuerza cuando él y sus antecesores  hacían eso nada más saber su cualidad. -La cuestión, esa fuerza debe ser entrenada. Hay muchos ejercicios que se pueden realizar con ella y alguien tiene que ser tu maestro.
Snoke ha muerto, así que me encargaré yo de ello.
Ahora es el momento de elegir bien, decídete. Ser del lado oscuro o de la Resistencia.
Si los eliges a ellos no te mataré, te dejaré marchar. Pero en cuanto pueda te juro que te eliminaré como enemiga que ser...-
-Quiero ser del lado oscuro.- interrumpió Irina.

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