𝒅𝒂𝒓𝒌 𝒔𝒊𝒅𝒆 𝒐𝒇 𝒚𝒐𝒖 | kylo ren

𝑋𝑋𝑉𝐼𝐼𝐼

-Si quieren luchar contra nosotros deberán de encontrar un orientador sith.- dijo Kylo.
-¿Estás de coña no? ¿Quieres que se celebre la batalla en Exegol?- replicó Irina.
-Sí. Si los escritos son ciertos, el Emperador Palpatine dejó allí una flota entera de destructores estelares. ¿No lo entiendes Irina? ¡La Resistencia no tiene nada que hacer contra nosotros si vamos allí!- dijo Kylo, con un toque de emoción en su voz.
-Ya, estaríamos en nuestro terreno.- contestó ella, pensativa.
El líder supremo salió de la habitación en dirección a una sala donde tenía la mayoría de sus objetos personales de valor; mientras, la chica le seguía rápidamente.
Pasó su mano por el lector, el cual le permitió el acceso a la sala y en cuestión de segundos se puso a buscar entre unas estanterías que tenían reconocimiento de huella también.
Irina se paseó por la sala, observándola. En medio de ella, había un pedestal, cubierto por una especie de tapa.
Se acercó hasta allí, pero dudó al darse cuenta de que también tenía un pequeño botón que funcionaba  por reconocimiento dactilar.
Lo que no dudó fue en poner su dedo, por si por casualidad funcionaba.
Y sí, funcionó.
La tapa se abrió lentamente, con un ruido y humo que le causó aún más expectación.
Kylo rápidamente giró su mirada hacia ella, la cual le miró a los ojos y volvió a mirar el pedestal.
El casco de Darth Vader.
Irina tocó suavemente un costado de éste. Estaba totalmente destrozado, pero aún conservaba parte de su forma.
Miró a Kylo.
-Era tu abuelo, ¿verdad?
Él solo asintió mientras la observaba, algo incómodo.
-Tengo que terminar lo que él empezó.- dijo, serio.
La chica tan solo lo observó durante unos segundos y cerró la tapa, cubriendo el casco.
-¿Porqué reconoce mi huella?
-Solo tienen acceso los que son sensitivos a la fuerza.-
Mientras, él ya había sacado un antiguo libro y lo depositó en la mesa que había en la sala; Irina se acercó hasta estar a su lado.
Éste pasó unas cuantas de las viejas páginas hasta llegar a una que al parecer conocía.
Señaló un dibujo para llamar la atención de Irina.
-Esto es lo que necesitamos. Solo existen dos, y uno se encuentra en Mustafar.
Iremos allí, pero está custodiado por los Alazmec de Winsit.
-¿El culto sith? ¿Aún existen?
-Sí. Pero tú y yo nos los quitaremos de encima rápido.

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A Irina le parecieron preciosas las tonalidades rojas que poseía Mustafar, las cuales se apreciaban desde el ventanal del silenciador.
Entrar en el planeta fue una ola de emociones para ambos líderes, sabían que sus terrenos eran únicos.
Profundamente debajo de su superficie, descansaba un lugar para el lado oscuro de la fuerza.
-El culto juró proteger el pantano que rodea las ruinas del castillo de Vader. Vamos a estar en un lugar mítico.- dijo Kylo, algo emocionado.
Irina sabía que el chico estaba obsesionado con todo lo que tuviera que ver con su abuelo, y encima estaban en el planeta más significativo y que sin duda llevaba la personalidad de Darth Vader.
No tardaron mucho en visualizar a los colonos alazmec, puesto que la zona era boscosa y estaba cubierta de los negros árboles palofierro.
Ambos sacaron sus sables y los alazmec empezaron a atacarles, cosa que hicieron en vano ya que murieron todos.
Kylo caminó decidido hasta la pieza de mármol que había enmedio de toda aquella zona y retiró con fuerza el trozo que tenía como función tapar el preciado objeto.
Y allí estaba, con su forma piramidal, el orientador sith.

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Irina introdujo el objeto en una ranura que poseía el silenciador TIE y después de conectar un par de cables, el orientador empezó a desprender algo de luz, dejándoles ver el mapa a Exegol.
La elegante nave se preparó para realizar un salto a la velocidad de la luz, y en cuanto éste se llevó a cabo, pudieron observar el misterioso mundo oculto que tanto estaban buscando.
Al bajar de la nave, contemplaron la compleja pero a la vez preciosa estructura del planeta.
Era un mundo oscuro, árido y rocoso, de suelo desértico.
Las condiciones secas del planeta combinadas con el roce de las partículas de polvo en su atmósfera creaban enormes descargas estáticas que aparecían como rayos en el cielo.
Además, estaba cubierto de enormes fisuras que penetraban profundamente en su corteza; según le dijo Kylo a Irina a través de la fuerza, fueron excavadas por leales sith que esperaban encontrar una vergencia que yacía debajo de la superficie.
Caminaron hasta adentrarse en una especie de brecha excavada en una montaña, hasta que localizaron unas construcciones gracias a la poca visibilidad que les ofrecían de vez en cuando los rayos que caían.

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bueno pues antes de la batalla he querido escribir un par de capítulos (este y otro más) para poneros en situación de cómo se va a organizar ese importante encuentro entre la Resistencia y la Primera Orden.
¡pronto más! 🖤