Capítulo 11: Penitencia & Venganza [6]

183 21 6
                                    


Entrevista del inspector  Calvajan a xxx
20 de junio del 1977
Fiscalía de Constanza.
(Después de rechazar la entrevista varias veces el testigo accedió tomarla con tal de que no se dijera ningún dato personal)


D: Señor x, es un placer temerle aquí. Para ser los más breves posibles, por favor, narre cuando y como fue su contacto con la víctima.

X: ¿Dónde está mi abogado?

D: No es necesario, este interrogatorio no es en calidad de sospechoso, sino de testigo.

X: No tengo nada que hablar con ustedes, no estoy aquí por voluntad mía. Si quieren saber algo, búsquenme un abogado.

D: Según tenemos entendido usted fue una de las pocas personas que tuvo contacto con la occisa  antes de su deceso.

X: ¿Y? Quiero un abogado.

D: Señor X, puedo acusarlo por impedir la investigación.

X: ...

D: ¿Por qué su negatividad? Usted quizás tenga el poder para hacer justicia.

X: ¿Justicia? ¿Sabe usted quien fue? XX (nombre femenino).

D: Disculpe, pero no.

X: Eso pensé, para ustedes quizás sea un expediente más. Pero para mí, era mi hermana. La mataron hace tres años, en plena calle cuando salía de la universidad.

D: Siento mucho su pérdida.

X: No, yo lo siento. ¿Sabe que investigaciones hicieron por su caso? Ninguna. No hubo acusados, sospechosos ni nada. Solo una nota de prensa y una carta de su universidad. Mi hermana no era nadie y eso lo dejaron claro cuando nadie se preocupó por su muerte. Y ahora vienen a mí para pedirme que hable de una persona que no tengo ninguna relación. Este es un caso político. Que lastima que mi hermana no tuvo la oportunidad. Tres años y ningún acusado, ningún testigo, nada.
(Se suspende la entrevista)

 (Se suspende la entrevista)

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


—María te está buscando.

Fue lo primero que Christopher escuchó detrás de la línea, le tomó un momento saber de quién se hablaba.

—¿Christopher? —le llamó Susan.

—Sí acá estoy —se recargó del asiento mientras presionaba el auricular de su oreja—. Hoy es martes, ¿No se supone que ella viene los viernes?

—Eso mismo le pregunté, Christopher, ella parece muy alterada.

—Típico en ella en sus malos días.

JustineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora