He Encontrado a mi Obito [Obito Uchiha]

Sin dangos ni tomates

P.O.V. Laura

Clavar mi mano en su pecho y ver su expresión, fue difícil. Como me habían explicado Tsunade y Shizune, tenía que perforar la parte cercana de su corazón, tanto con el bisturí como con ninjutsu médico, y, cuando encontrara el corazón, deshacer el sello.

Al ver a Obito inconsciente y con sangre en la comisura de la boca, sentí un nudo en la garganta y los ojos llorosos. Cuando noté que lo había conseguido, fui sacando la mano poco a poco mientras Sakura y yo aplicábamos ninjutsu médico. Gracias a Dios, su corazón seguía latiendo.

Cuando vi toda la sangre de Obito en mi mano no pude evitar sentirme con ganas de vomitar. Kakashi me estaba abrazando mientras Sakura terminaba con el ninjutsu.

—Tranquila—susurró Kakashi—. Hiciste lo que tenías que hacer.

—Ahora entiendo cómo pudiste sentirte...

—No pienses en eso ahora.

Yo asentí y vi que Obito comenzaba a abrir los ojos. Me alejé de Kakashi y busqué algo con lo que quitarme la sangre. Al no conseguirlo, pasé mi brazo y mi mano por mi ropa, algo asqueada. No me gustaba la sangre, pero alguien tenía que hacerlo...

Viendo a los demás luchar, me apoyé en un tronco, sintiendo presión en mi pecho por la intervención de Obito.

—Laura...—susurró él detrás de mí.

—Lo siento... No ha sido fácil.

—Gracias, pero podrías haberme matado de una vez.

Automáticamente, mi mano impactó contra su mejilla y él me miró paralizado. Las lágrimas caían de mis ojos y lo miré molesta.

—¡Tú te morirás de viejo! ¿Me oyes? ¡Ni se te ocurra volver a decir eso!—él seguía con los ojos abiertos—. ¿¡Cómo crees que me sentiría si murieras!? ¡Ya te vi morir una vez! ¡Mentira! ¡Tres veces! ¡Y sinceramente, me niego a hacerlo una cuarta!

—Laura...

—Ahora... tenemos que luchar. Del lado de la Alianza. Hay que ayudar a Naruto con los Jinchuriki, si es que no los han sellado ya.

—Bien... Vamos—me dijo serio, cogiendo mi mano y llevándome al lugar.

Naruto, lejos de allí, luchaba en su forma de bijuu junto a Gai y Killer B. Noté que Kakashi venía con nosotros, así que lo miré. Él aún seguía observando a Obito, y a veces a mí. Cuando él notó mi mirada, fingió una sonrisa que me puso triste. Sabía que él había sufrido toda su vida por nosotros en gran parte, y tenernos allí ahora había sido chocante.

Nada más llegar, Naruto consiguió quitarle a los bijuus las barras de control que llevaban, haciendo que los jinchuriki cayeran al suelo y fueran sellados. Un gran jaleo se escuchó detrás de nosotros. Al parecer, los revividos del Edo Tensei que habíamos encerrado habían llegado hasta nosotros. Vi a Naruto correr hasta Kakashi con una sonrisa, pero a Obito lo miró con el ceño fruncido. Entonces, me observó a mí.

—Te pareces mucho a Minato-sensei—le dije con una sonrisa y él se sorprendió.

—¿Mi padre era tu maestro?—me preguntó.

—Sí, también era compañera de Kakashi. Encantada, soy...—empecé a decir, pero no sabía qué nombre darle.

—Rin/Laura—hablaron mis compañeros al unísono antes de echarse miradas furtivas y yo bufé.

—Laura—dije finalmente. No me gustaba el nombre de Rin.

Entonces vi cómo Obito sonreía satisfecho y reí por lo bajo. Parecían idiotas.