Despedida

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—¡Vamos!—gritó Naruto y el plan comenzó.

El Susano'o de Obito se lanzó a la diosa, Naruto creó otros clones, y Sakura, Kakashi y yo nos preparábamos para saltar en el momento en el que el Susano'o se desvaneciera.

En el momento en el que Obito se acercó a la diosa, ésta lanzo una de sus barras hasta él, para deshacer el Susano'o. Obito traspasó con su kamui la barra y el Susano'o comenzó a desvanecerse mandando a Kakashi con un Raikiri. Sakura había saltado hacia arriba y ahora les tocaba a los chicos y los clones hacer su parte.

Tal y como pasaba en el manga, una de las barras dio en un clon, Sasuke era en realidad Naruto y, seguidamente, el Sasuke real cambiaba con el clon casi desintegrado de Naruto para sellarla. Cuando la diosa intentó esquivarlos, volando hacia arriba, Sakura le dio un golpe desde allí con su fuerza, mandando de nuevo a Kaguya con los chicos.

Obito había desaparecido la barra que iba para Naruto con su kamui, ayudando al sellado. Kakashi y yo, en unas plataformas formadas por las goudodamas de Naruto, pudimos llegar hasta el suelo sin daño alguno. Obito se unió a nosotros en el momento en el que su parte estaba completa.

Segundos después, Naruto y Sasuke, con la ayuda de Sakura, unieron sus respectivas manos para formar el jutsu que sellaría a Kaguya. En este caso, la técnica Chibaku Tensei. La tierra comenzó a temblar y a romperse, y las grandes piedras se elevaron directamente hasta la diosa conejo. Los bijuus pudieron salir del cuerpo de Kaguya y, la cabeza de conejo, escupió a Madara. Kakashi saltó para ayudar a Sakura y, seguidamente, Sasuke llegó hasta nosotros.

—¿Qué pasa con Naruto?—le preguntó Kakashi al pequeño Uchiha.

—¡Dijo que le quedaba algo por hacer! ¡De todas maneras, vayámonos de aquí!

Entonces, miramos la enorme roca que se había formado por el Chibaku Tensei, donde estaba sellada Kaguya. Naruto ya llegaba hasta nosotros, sin el modo bijuu.

—Se hace más grande... como la luna—habló Kakashi.

—Se acabó—susurró Sasuke.

—¡¡Sellada!!—gritó Naruto, contento—. ¡¡Ahora todo el mundo podrá vivir feliz!!

—Tienes razón...—contestó Sakura, pero entonces se dio cuenta de que estábamos en otra dimensión—. ¡¡Espera!! ¿¡Qué vamos a hacer!? ¿¡Cómo podremos salir de esta dimensión!?

Me reí por ello, y todos me miraron, interrogantes. La verdad es que me hacía gracia los momentos en los que Sakura y Naruto se parecían tanto. Amaba sus caras.

—Tranquilos. Si todo va bien en vuestra dimensión, entonces saldremos de aquí en poco tiempo—comenté.

Nada más hacerlo, los bijuus y nosotros fuimos invocados por Rikudo Sennin, Itachi y los Kages. Todos estaban sorprendidos por aquello, pero al parecer estaban contentos de volver.

—Bienvenido, Naruto—habló Minato-sensei.

—Padre...—susurró él.

Noté que Hashirama miraba fijamente a Madara, con un rostro serio y melancólico. Pero los chicos y mis compañeros estaban más pendientes de Hagoromo.

—Naruto... ¿Quién... es?—preguntó Sakura.

—¡¡Es Rikudo Sennin!! Es...

—Sí, han vuelto—habló el sabio—. Usé el Kuchiyose con los antiguos kages e Itachi Uchiha. Los llamé para que me ayudaran. Naruto, Sasuke, y todos. Gracias por salvar el mundo—sonrió el Sabio de los Seis Caminos.

He Encontrado a mi Obito [Obito Uchiha]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora