Remordimientos

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P.O.V. Obito.

Cada palabra, cada grito, cada expresión... ¿Por qué diablos se tenían que parecer así? Mi corazón, que ya dudaba que existiera, había comenzado a palpitar con fuerza. Todo lo que me había dicho me había dolido, había calado bien hondo.

Y ahora no dejaba de pensar en ello. Cada vez que veía a Zetsu, pensaba en ello. Cuando iba a otras dimensiones, pensaba en ello. Incluso cuando tenía otros problemas en mi dimensión, pensaba en ello.

¿De verdad me iba a arrepentir? ¿Iba a intentar solucionar todos mis pecados? ¿Por qué? Yo había elegido este camino... ¡Yo! Estaba tan cabreado y pensativo, que ni siquiera prestaba atención a lo que me decía Zetsu.

—¿Me estás escuchando?—preguntó molesto.

—¿¡Qué quieres ahora!? ¡Déjame en paz!—grité con fuerza saliendo de la guarida con paso apresurado. Apreté mis puños con tal fuerza, que sentí la sangre correr por mis dedos.

¿Por qué diablos tuve que volver a esa dimensión? Cuando me di cuenta, recordé que tenía que reunirme con Kabuto. Ese indeseable... No sabía cómo había podido conseguir algo del verdadero Madara. El que supiera mi verdadera identidad, me reconcomía por dentro. ¿Cómo era posible? Había intentado por todos los medios, que esto no sucediera, pero así había pasado y tendría que joderme.

Él, al verme, notó mi Rinnegan, a lo que vi que sonrió con malicia.

—Te trajo un montón de problemas, pero conseguiste unos buenos ojos—habló.

—Siempre fueron míos—respondí molesto.

Zetsu apareció mientras hablaba. Vi que llevaba un pergamino en la mano y sonreía satisfecho.

—Por cierto, también ha llegado esto.

—¿Qué es?—preguntó Kabuto.

—Información de Kisame. Sabemos el paradero del Kyubi.

—Todo va según lo planeado—dijo ahora Zetsu negro.

—Eh... Así que esto viene de Kisame...—comentó Kabuto divertido.

Todo esto me ponía de los nervios, así que di un golpe en el suelo con el arma de Madara. No quería que las palabras de aquella chica enturbiaran los planes, así que seguí adelante.

—Vayamos por el Kyubi.

—Espera—me interrumpió Kabuto cuando me disponía a marcharme—. Iré a a ubicación del Hachibi y el Kyubi.

—¿Qué harás?—le pregunté sin fiarme.

—Es una buena oportunidad para construir confianza y solidificar nuestra amistad. Por otro lado, Naruto, el Kyubi, siempre tiene a alguien cerca como Yamato, la copia del Primer Hokage... Lo quiero para mis experimentos. Si no puedo ir, me conformaría con el cuerpo de Zetsu, si me dejaras tener un poco de él—sonrió—. Además, el revivir al Juubi no está muy lejos, ¿no es así?

—Pareces estar bien informado...—le recriminé—. Sabía que Orochimaru estaba revisando secretamente, pero...

—De acuerdo con el reporte de Kisame, la fuerza aliada ninja es de 80.000. Además, sabemos cómo es su formación militar. Pero la llave para el poder militar de nuestro lado es Zetsu aquí, ¿verdad?

—¿Cuánto sabes?—preguntó Zetsu negro con molestia.

Ese chico era bastante escurridizo. Sabía demasiadas cosas, pero no podía matarlo. Aún no. Con su ayuda, podría traer al verdadero Madara con el Edo Tensei y el Rinnegan. Aun así, no podía quitarle un ojo de encima, tenía que vigilarlo.

He Encontrado a mi Obito [Obito Uchiha]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora