De pronto la ventanilla del lado del copiloto de bajo y dentro del auto estaba Evan su profesor de Arte. Respiro tranquila, buen susto le había dado.
-¿Quieres un aventón?- pregunto el sonriendo. Ese día usaba un traje azul marino y su cabello estaba desordenado.
La chica lo miro y luego miro a todos lados. No había nadie.
-No es bien visto que una estudiante se monte en el auto de un profesor.- siempre que se trataba de él se ponia a la defensiva.
No podía evitarlo, era una manera de evitar sus sentimientos hacia ese glorioso hombre.
Evan puso los ojos en blanco.
-Solo te llevare a tu casa, Kalyla- se lo pensó. Caminar o ser llevada. Ahí la cuestión. Río un poco ante ese pensamiento- ¿Entonces?.
Ella asintió.
-Esta bien.- murmuro bajito.
Evan sonrió satisfecho.
Ella se monto y su olor la mareo, su olor estaba impregnado en el auto era un olor de cítrico con algo más que no pudo comprender.
En la emisora sonaba una canción que no había oído nunca. Pero tampoco quiso preguntar.
Evan la miraba de reojo la chica tenia sus dos manos sobre su regazo con los dedos entrelazados.
Estaba nerviosa nunca había estado sola con un hombre que no fuera Simone.
-¿Quieres tranquilizarte?, no voy a hacerte daño.- señaló el hombre al notarla nerviosa. La chica lo miro y carraspeo.
-Es que nunca es estado solo con un hombre aparte de- no termino de hablar. Había metido la pata, mentalmente se dio una bofetada. No debió decir eso.
Miro sus manos entrelazadas sobre su regazo.
Evan fruncio el ceño ¿aparte de quien?. Se puso furioso de repente. El semáforo cambio a verde y el volvió a manejar sin decir nada.
Kalyla tampoco hablo. Solo miro por la ventana, Con el único sonido más que la radio.
-Vivo en aquella casa- dijo la chica al estar en la urbanización donde vivía. Él no dijo nada solo detuvo el auto frente a la casa que la chica dijo. La fachada no estaba nada mal. El color de las paredes era blanco. Y tenia un pequeño jardín donde había unas que otras plantas.
Kalyla volteo la cabeza enfrentandolo.
-Eh...Gracias por traerme.- le dijo sincera.
Él sonrió de boca cerrada.
- Fue un placer.
La chica asintió, soltó su cinturón de seguridad y volvió a mira a Evan.
Entonces tomando toda la valentía que tenia se acerco a él y deposito un suave beso en su mejilla.
Sus mejilla se tiñeron de carmesí y rápidamente salio del auto antes que él reaccionada. Su tacto en la mejilla del hombre se sintió suave.
Evan por su lado la vio alejarse el aún estaba en shocks de pronto sonrió y negó. Esa niña lo iba a volver loco. Su olor quedo impregnado en su auto era un olor a vainilla y lavanda. Hmmm. Espabilando de lo sucedido se puso en marcha a su casa.
Kalyla se sentía bien. Increiblemente bien. Ese hombre realmente le gustaba y no le importaba su edad.
Entro a su casa y nomas abrir Simone estaba allí con los brazos cruzados mirando la furioso.
-¿Quien te trajo?- sus ojos verdes se abrieron como platos.-¡Responde!
Gruño el sujeto. Era alto no tanto como Evan pero le sacaba una cabeza de grande. La osadía de la chica se espumo y el miedo volvió a cambio.
-Era-a un compañe-ñero- mintio, no pedía decir que su profesor la trajo pedía meterlo en problemas.
Simone fruncio el ceño.
-Tu no tienes amigos- la tomo del pelo. Y la chica jadeo.
La llevo a arrastra hasta su cuarto y la tiro en el piso su pequeño cuerpo se estrello contra el pavimento. Cerro los ojos saboreando el dolor.
- No me gusta que me mientan...
Ella lo sabia pero igual no hablaria.
-Es un- un compañero-ro- gimio cuando este le apropino una patada en las costillas. Grito del dolor.
Él sonrió saboreando los gritos de la chica.
Se quitó la camisa y pantalones e hizo qué ella hiciera lo mismo.
-No, porfavor no...- como respuesta la abofeteo.
-No te doy orden para hablar.
Gruño entre dientes. La tomo del brazo y la lanzo a la cama.
Tomo sus panties y se las rasgo. Se quito sus boxers y se monto encima se ella.
Por su parte ella gimoteaba el la iba a violar. ¡No de nuevo!.
Y entonces paso entre llantos de ella y obscenidades de él, la penetro.
-¡Largo de mi cuarto! - grito el hombre luego de haber terminado.
Ella recogió su ropa y salio corriendo del cuarto. Afuera estaba su madre la miraba con odio. Él prefiere a su hija que a ella.
Kalyla llego su cuarto e inmediatamente entro al baño llorando. Miro su cuerpo en el espejo. Estaba lleno de golpe. Y le dolia las costillas. Se ducho y vistio pero no comió tampoco durmio.
Aquí esta el otro subi los dos al mismo tiempo porque el lunes no voy a poder actualizar ya que será 25 y no estaré disponible.
El de arriba es Evan. Perdón que no acomode la imagen...
En fin
¡Feliz navidad!
No olviden comentar y votar, me ayuda a seguir escribiendo.
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kalyla
RomanceNo! ¡No me toques, no porfavor!- Sus gritos son callados a golpes, golpes que marcan no solo su piel, también su alma. Sus manos acarician todo su cuerpo, su tacto la hace virar de miedo. Su madre no hace nada. Ella no soporta que la toque.... - Mir...