Estúpida, estúpida y más estúpida.

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Cuando reacciono ya la chica se había ido y se había escabullido tan rápido como el puto flash. Pero no la siguió las palabras dichas de su boca rondaban su cabeza, atormentandolo, cuestionando lo.

¿A que se refería con dejar que "él" la usara?. Tembló de pavor. Creía saber la respuesta, pero se negaba a creerla. Simplemente no, eso no.

Golpeo el volante con dureza, y quiso gritar de cólera. Ella no, ella no. Se repetida una y otra vez.

Pero sabia muy dentro suyo a que se refería su pequeña. ¿Su pequeña?. Negó, ella no era suya.

Dejó de pensar en el mote de la chica y armo cabos. Siempre la veía cansada en la escuela, la veía triste y también la vio llorar. ¡Santo Dios!. Se tapo la cara, negando, debía buscarla.

Suspiro negando. No, no la buscaria. Hablaria con ella el día siguiente.

Kalyla por su lado, se escabullo tan pronto dejo de hablar. Quería golpearse tan fuerte en la cabeza, hasta olvidar lo que había confesado.

¡Ash!. Estúpida, estúpida y más estúpida. Se reprendia ella.

Como, ¿como pudo abrir la boca y decir aquello?. Él se alejaria. Quizás sea lo mejor. Se dijo. Suspiro y siguió su caminata.

-Hola, Amanda.-Saludo una vez estuvo frente a ella.

Amanda la observo fijamente.
Estaba turbia. Pensó.

-Hola, Lyla.- respondió ella con ese mote tan ridículo, pero no dijo nada; justo ahora no tenía cabeza para pensar en ello.

Se sentó a su lado y dijo.

-La he cagado...- Murmuro. Amanda no sabia su historia pero la vieja era muy inteligente y había visto y preguntado por algunos moretones que había visto dias anteriores.

La vieja poso sus fanales sobre ella. Tratando de saber algo de ella, sabia que la chica sufria por algo. Sabia que era maltratada también. Pero la chica no se lo había dicho claro esta, ella solo hato cabos.

-¿Que sucedió?.- la niña la miro con sus fanales color jade sobre ella. La conocía muy poco. Pero sentía una confianza inmensa, parecida a la confianza que sentía con Evan.

Trago saliva.

-He dicho algo que no debía.- soltó desganada.

Amanda asintió, dandose cuenta que no le diría más. Suspiró.

-Sea lo que sea que hallas hecho, se puede arreglar.

La niña la miro.

-¿Como?.

-Hablando, quizás.- negó, no podía hacer lo que le estaba pidiendo.

-Se aleraja si le digo todo.- Soltó con miedo.

-Quizás, pero de eso se trata la vida. De perder y ganar. Y si no te arriesgas no lo sabras.- Ella la miro. Y asintió despacio. Trago saliva. Miro sus manos, se lo diría, a ella y a Evan.

-Quiero contarte todo. De verdad que quiero pero aún no.

La vieja asintió y la abrazo.

-Claro. Tranquila, ¿Sabes? eres como la nieta que nunca tuve.

La chica sonrió.

-¿De verdad?.- Amanda asintió.

-Si, solo tuve una hija, y esta solo tuvo un hijo - confesó.

-Oh, ¿y no tuvo más?.

-No...Ella murió al nacer el bebe.-Sonrió melancólica.

Kalyla asintió despacio.

-Lo siento.

-Oh no tranquila eso fue hace veintidós años.

Soltó una risita. La niña no dijo nada.

-Mi padre, murió cuando tenía tres años.- Confesó entonces.

Amanda la observo.

-Lo lamento.- la chica negó.

-No lo recuerdo. Mamá prendio fuego a todas sus fotos.- Murmuró.

-Eso esta mal.- Kalyla asintió estando de acuerdo con la viejita.

-Y, ¿ves frecuentemente a tu hijo?- Cambio de tema.

Amanda sonrió.

-Oh, si, ese hombre es un amor. Siempre atento conmigo.-Los fanales de la anciana se iluminaron.

La chica sonrió con los labios cerrado.

-Algún día te lo presentare, ¿eh?.- la mujer la miro coqueta.

Kalyla negó soltando una carcajada.

-¿No crees que es un poco mayor?.- Y entonces recordó a Evan, Evan era mayor, pero no le importaba.

Amanda río.

-Si pero puede ser un buen amigo.- Ella asintió.

-Ya tengo un amigo.- Dijo mirando sus manos.

-Pero no es como mi niñito, Lyla.-La chica observo a la anciana, si que era testaruda la mujer, pensó.

-Quizás, pero no quiero más amigos, me basta con él...-Sus mejilla se tornaron rojas y se las cubrió con las manos para que la mujer no se las viera. Demasiado tarde, la mujer la había visto, sus ojos brillaron al hablar de ese amigo suyo.

-Tienes que presentarmelo.- acotó Amanda coqueta. Kalyla sonrió y asintió.

-Un día de estos.- Habló.

-Y para la próxima te presento a mi niñito.- Kalyla sonrió, puso los ojos en blanco pero asintió.

-Esta bien.

Llegó a su casa a punto de eso de las siete. Durante todo ese tiempo estuvo con Amanda hablando del nieto ella y de Evan, pero claro que no menciono el nombre de él.

La casa se sentía sola, no obstante en la cocina estaba Karla. La observo triste, suspiró. Lo único que ella deseaba era una madre como Amanda, cariñosa, atenta y alegre. Pero claro no todo lo que deseamos lo obtenemos y ella no obtuvo la madre deseada.

Karla volteo a notar que ella estaba ahí, observandola, sus fanales jade se notaban tristes, cansados y ese brillo que alguna vez estuvo y noto en la mirada de la pequeña, simplemente desapareció. Ella era la culpable, ella y su marido; ella lo sabia, pero no quería aceptarlo, se negaba a aceptarlo.

Kalyla sacudió la cabeza reaccionando, Karla la observaba sin parpadear. Kalyla trago nerviosa.

Karla salio de su trance y volvió a sus quehaceres. La pequeña negó, su madre nunca cambiaria, eso lo tenia claro.

Se dio la vuelta y camino rumbo a las escaleras, donde se encontro a Simone. Se detuvo en seguida. Él hombre sonrió.

-Kalyla, Kalyla.-Ronroneo Simone. La nombrada cerro sus fanales con fuerza.-Vamos a tu cuarto mocosa de mierda.

Dicho esto la tomo del pelo y la llevo escaleras arriba...

Un capítulo más estrellas mias. ¿Que les parece?

Capítulo dedicado a GenesisSmith186 gracias por tus comentarios nena linda ;).

Seguire dedicando, así que comenten y siganme en mis redes sociales. Instagram: vickarlag. Facebook: Victoria Guevara. Y también siganme aqui en wattpad.

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