Los días pasaron, dos para ser precisos, días en los que había evitado a Su profesor de Arte a toda costa.
Fue tonta, débil en realidad, dejarse llevar por sus sentimientos, ¡Ash!. ¡Tonta!. Pero una parte de ella se sentía libre, libre de poder liberarse de aquello que le atormentaba, sin embargo ese sentimiento desaparecía al llegar a su casa y ver a ese sujeto despreciable.
Durante esos días estuvo en la biblioteca, evitando a cierto hombre que la volvía loca. Y cuando llegaba la hora del almuerzo, no iba, se quedaba en la biblioteca. Hoy era jueves, la primera hora tuvo con Evan, no entro, aunque igualmente ya ella, había terminado todas las evaluaciones con todos los profesores, por lo tanto, si no entraba, no habría problemas.
Cerro su cuaderno, faltaban cinco minutos para que el timbre de salida sonara. Se levantó y salio de la biblioteca. Camino rápido, ya que los pasillos ya estaban llenos de alumnos. Miraba al piso, sin percatarse de lo que a su alrededor sucedia, escucho una risa que la hizo levantar la mirada: Sofia Harrison, estaba frente a ella con otra chica a su lado.
-¡Mira lo que esta aquí, Lola!- chillo la rubia.
Lola, soltó una carcajada y la rodearon. Los demás estudiantes al ver el espectáculo, que se empezaba a formar, se acercaban, no a ayudarla, eso estaba claro, venían curiosear.
Kalyla miro al piso. Su bolso fue arrebatado.
-No, porfavor...- Suplico.
-¡Callate, mugrienta!- vocifero Lola.
Sofia la tomo del mentón e hizo que la mirara.
-Eres detestable, ¿Lo sabias?.
Solo se escuchó el eco de la cachetada que asesto en la mejilla de la chica. Sus fanales se cristalizaron, una lagrima resbalo de su carita. Todos reian, pero nadie la ayudaba.
De pronto todo se quedo en silencio. Solo se escuchaban sus respiraciones.
-¡¿Que esta pasando aqui?!.- Esa voz, esa voz es de Evan. Levanto su cara bañada en lágrimas y lo miro.
El hombre tenia el ceño fruncido, se hizo paso entre la muchedumbre y se detuvo frente a Sofia.
-A. La. Dirección. ¡Ahora!.- la nombrada dio un brinco al escuchar el grito de Evan.
-¡Ella me estaba molestando!- chillo.
-¡Eso es cierto!- vocifero Lola.
Kalyla miro su bolso, que estaba a un metro de ella, cerca de la puerta del baño de chicos.
-Ambas, las quiero en la dirección.- Las señaló, estas gruñendo, se marcharon maldiciendo por lo bajo.
-¡Ustedes largo!.- todos se marcharon al escuchar al profesor hablar.
El timbre sono entonces, y los demás estudiantes salieron de sus aulas. Incluyendo a algunos profesores.
-¿Que sucedió?- pregunto una profesora, al darse cuenta de la situación.
Evan gruño.
Kalyla, salio corriendo a por su mochila.
Evan volvió a gruñir, al ver que esta se fue, una vez recogió su bolso, quiso ir detrás de ella. Pero la profesora se lo impedia, mirandolo ceñuda.
-Sofia Harrison, estaba molestando a Kalyla Steele.
La docente asintió despacio.
-Oh...
Evan no la dejo continuar, se fue rumbo a la dirección, donde encontro a ambas chicas dentro de la oficina, frente al director.
-¿Puede explicarme, el porque mando a estas estudiantes acá?- interrogo el director Harrison, mirando a Evan una vez este estaba frente a él, al lado de las chicas.
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kalyla
Roman d'amourNo! ¡No me toques, no porfavor!- Sus gritos son callados a golpes, golpes que marcan no solo su piel, también su alma. Sus manos acarician todo su cuerpo, su tacto la hace virar de miedo. Su madre no hace nada. Ella no soporta que la toque.... - Mir...