No pedia mucho, solo eso, tranquilidad.

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Vio a Evan salir, ¿que ocurría con ella?, ¿estaba enferma?, cerro los ojos con fuerza, tenia tanto miedo, miedo de lo que el doctor detecto en ella.

Suspiro y miro a la ventana del lado derecho y observó el cielo radiante, muy diferente a como se sentía ella, le dolía el cuerpo, le dolía incluso moverse. ¡Dios!, ¿Cuando acabaría toda aquella pesadilla?. Estaba cansada ya, quería solo descansar, cerrar los ojos y no abrirlos más, eso quería, no pedía mucho solo eso, tranquilidad. No paso mucho tiempo para que la puerta se abriera y Evan entrara, se miraba a simple vista lo preocupado que estaba. ¿tan grave era eso que el doctor le dijo?.

Evan la observo detenidamente, su pequeña si que estaba jodida. Suspiro acercándose a la camilla.

-Hola de nuevo...- Musito, le tomo las manos y se las llevo a los labios, deposito un pequeño beso en cada una.

-¿Todo esta bien?.-  preguntó al ver el rostro de verdadera agonía de Evan.

Este desvío la mirada, no quería decirle, la iba a destrozar la noticia.

-Evan dime...por favor.- rogó con la voz rota, estaba a punto de llorar.

-Mi pequeña, la vida es tan injusta contigo, te quita en lugar de darte.- comenzó, su voz estaba ronca quería llorar, gritar, estaba tan furioso con la vida, con el mundo, simplemente con todo.

La chica gimió rompiendo en llanto.

-No, no, no llores mi pequeña...- suplico levantándose. Se sentó en la camilla a su lado, y inicio con pequeñas caricias en el cabello de la chica.

-¿Que sucede conmigo?.- susurro con voz carrasposa.

Sintió los dedos de Evan tensarse en su cabeza.

-Kalyla, él daño tu matriz. Nunca podrás tener un bebé...- confesó.

Kalyla cerro los ojos absorbiendo la noticia. Inconscientemente se llevo las manos a su vientre, las lágrimas volvieron a salir. ¡Dios!, ¿porque?, no solo le robo su niñez, su libertad, su virtud, y ahora también le robaba la dicha de ser madre.

-¿Porque a mi?, ¿que hice para merecer esto?.- Musito llorando, llorando sin parar.

-lo siento...- dijo llorando también.

-¡NO, NO!, ¿PORQUE?.- chillo, estaba furiosa en verdad. Comenzó a removerse en la cama. No pensaba sus pensamientos estaban borrosos, aunque realmente no pensaba, solo actuaba. En un rapido movimiento se quito el cable que enviaba suero a sus venas, mientras intentaba ponerse de pies ignorando el dolor agudo que sentia en todo el cuerpo, la cabeza le palpitaba, pero no le importaba.

Evan la tomo de las muñecas para detenerla, no obstante la chica forcejeaba intentando soltarse.

-¡Kalyla, detente!, te estas haciendo daño...- ella gritaba sin parar, Dios santo, ella estaba realmente mal.

-Él  robo todo lo importante de mi. Me quito todo.- Decía ciega del enojo y dolor que sentía.

-¡Kalyla basta!.- La puerta se abrió de golpe, era el doctor.

-¿Pero que rayos esta pasando aquí?- pregunto el doctor, se acerco a la pequeña con rapidez al verla en eso estado.

Se removía sin parar mientras continuaba llorando.

-¡Haga algo doctor!.- gruño Evan.

El doctor saco una jeringa de su bata, le saco el aire y la inyecto en el brazo de la chica. La formula comenzó a hacer su trabajo a los segundos, volviendo débil a Kalyla hasta dejarla inconsciente.

-¿Que le hizo que la puso en ese estado?.- gruño el doctor.

-Me pidió saber lo que usted me dijo...- dijo arrependido por haber abierto la bocota.

La observo dormir, le acomodo la cobija abrigándola bien y miro al doctor.

-¿Estara bien?.- quiso saber.

El doctor miro también a la chica y suspiro.

-Espero que si.


Hola, volví. Sorry la tardanza :(. No tenia donde actualizar, el cap es corto lo se, es solo que estoy corta de inspiración. Tratare que los otros sean mas largos... No olviden votar y comentar. Estaré subiendo capítulos  mas  seguido

kalylaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora