Pasados Pendientes TERMINADA (PP #1)

✔Capítulo 36

Capítulo 36 "Fácil de amar".

Nicolás.

Estaba deslumbrado. Hace mucho tiempo que no escuchaba su voz tan risueña, su voz tan dulce. Quería hacer que esa sonrisa que impregnaba su cara fuera eterna. Cuando me enteré de que sería padre fue un momento de temor, no estaba listo; todavía recuerdo que grite al cielo suplicando que mi futuro hijo no sufriera a mi lado, pero la segunda vez supe que Dios me estaba dando una oportunidad, esta oportunidad no la quería desperdiciar para nada.

—Así que eso es lo que pienso hacer— dijo Alexia captando mi atención.

—A mí me gusta la idea— dijo Charlie emocionada.

Si me preguntan acerca del plan en mente de Alexia estoy perdido.

Aquí estoy, después del juzgado de divorcio. Estoy medio desconcertado. Estoy bien estúpido. Me gusta la idea que al fin alejé a Mariah del lado de Amy, pero a la misma vez tengo cierta curiosidad por lo que sucederá en el futuro.

— ¿Qué debo hacer? — pregunté sudando, así es. Sudando.

Me siento como un novato en esto. Alexia y Chloe entraron a mi casa imitando a dos ladrones en busca de algo; en este caso lo que buscaban era mi apoyo. Amy Muller ya no era la misma chica desde la partida de su tío, que en paz descanse, pero tenía amigas que estaban pendientes de ella. No tenía muy buena retentiva en ese momento, pero una voz en mi interior decía que era algo bueno para mí.

— ¿Estás bien hermanito? — pregunto Chloe observándome fijo con sus ojos verdes.

—El tío Nicolás está extraño, hoy no me dio hojas— alegó Eugene en las piernas de Chloe.

La afición por el arte del origami en Eugene iba en aumento y cada vez que él llegaba a mi hogar siempre le ofrecía hojas de colores para que el desarrollará su habilidad.

—Mejor dejemos el plan para luego— suspiro Alexia.

—No— expulsé.

— ¿No? — pregunto Alexia.

—Amy lo necesita, yo sólo necesitó algo de tiempo para asimilar de lo que acabo de salir— comenté.

—Tienes razón— se levantó Chloe —Charlie y Gene hoy pasarán un día con la tía Chloe— dijo tomando sus cosas y las cosas de Amy —Alexia dejemos a Nicolás realizar su "refresh" y encontrar el "saudade"—

—Puedes utilizar sólo un idioma por favor— expresé molestó.

—Eu não quero, sorry brother— habló mi hermana con voz chillona.

Detestaba cuando se ponía en el plan de chica malcriada.

—Ten un buen día Nicolás— sonrió Alexia y salió primero de mi casa.

Después de un debate entre Chloe y yo sobre quién era el mejor en cuidar a Amy ella gano su custodia temporal. Sabía que debía complacer sus caprichos si quería seguir respirando, pero al ella salir de la casa con la maleta morada de mi pequeña me pregunté ¿Que haré sin mi brujita? Subí lentamente las gradas de la casa, tan lento, tan ridículo, tan vacío. Está casa no tiene sentido si no huele a panecillos de chocolate quemado, sus canciones de alguna serie femenina o su imaginación descabellada. Entre a mi cuarto desabrochando los primeros dos botones que tenía mi camisa y justo en ese momento iba quitarme toda mi ropa hasta que alguien tocó el timbre. Sabía que Chloe había olvidado algo, no me extrañaría que haya dejado olvidado a Eugene.

Bajé de las escaleras de la misma forma moribunda en que las subí, al abrir la puerta quedé sorprendido. Ella estaba ahí parada frente mi casa, sus pestañas se movían de manera atractiva llamándome a sus ojos que se resaltaban por el color de la blusa color gris, joder, dejaba ver esos hombros pálidos como la nieve. Amanda Muller estaba al pie de mi puerta esperando una respuesta cuerda de este ser estúpido.