Pasados Pendientes TERMINADA (PP #1)

✔Capítulo 38

Capítulo 38 "Sustos que dan gusto".

Amy.

Cuando le comenté a mis chicas sobre mi relación con Nicolás no me creyeron, lo tacharon de algo utópico y extraño que sucediera tan rápido debido a mi desconfianza, pero heme aquí con tres meses de relación. Pasaron las fechas navideñas y una pequeña expresó su deseo para navidad.

Nos reunió a Nicolás y a mí en la sala familiar diciendo que había una reunión urgente que tenía que realizar con nosotros, con su familia. Ese pequeño detalle de llamarme parte de su familia fue algo que me gustó, me sentí parte de ella a pesar de que no había pasado mucho tiempo.

—Quiero ir al salón de belleza— dijo Amy Charlotte entregando un volante de un salón de belleza para niñas.

—Con gusto, le diré a Chloe que te lleve— dijo Nicolás intentando complacer el capricho.

— ¡No! ella llevará a Gene a un lugar de chicas— exclamó defendiendo al pobre chico.

Era cierto, dudo que a Gene le guste estar en un lugar donde todo es color rosa, brillo, perfume de frutas y tiaras de princesa.

—Está bien, iré yo— dijo Nicolás, se levantó de su asiento y comenzó a buscar las llaves de su monstruo al que llamaba carro.

— ¡No! — grito Charlie empujando a Nicolás de nuevo en el sillón —eres un niño—

—Espera un segundo— interrumpió Nicolás — ¿cómo sabes la diferencia entre niños y niñas? — preguntó alarmado.

—Gene me enseño— respondió emocionada.

— ¡Gene te enseño! — alarmado y celoso Nicolás apretó su puño con fuerza, en ese momento tome su mano con delicadeza para hacerle recordar que escuchará a Charlie.

—Con el comparamos mis muñecas con las de él, las niñas tienen pelo largo y los niños pelo corto— dijo Charlie emocionada por su gran descubrimiento.

—Felicidades nena, es una buena observación— dije intentando cubrir un poco a Nicolás.

—Quiero ir al salón de belleza con una niña— exigió Charlie.

— ¿Quieres ir con Ruti Cambell? Le puedo pedir permiso a sus papás— sugirió Nicolás.

— ¡No! ¡no! Y ¡no! Papi quiero ir con Amy— reclamó Charlie algo desesperada por la falta de atención de su padre.

Para ser franca no me esperaba que yo fuera la elegida, ambos giraron a verme buscando una respuesta a la petición de la pequeña rubia. Los ojos de Charlie estaban suplicando mi compañía mientras los ojos de Nicolás desprendían nerviosismo.

—Si— dijo Charlie alargando la "i".

—Será un gusto ir contigo— sonreí nerviosa,

Este era el momento típico en que dudaba que mi experiencia con otros niños no sirviera de nada al momento de convivir con Charlie.

—Iré por mi bolso— dijo Charlie y salió corriendo hasta su cuarto.

Mordí con algo de nerviosismo mi dedo gordo en mi mano derecha, por un impulso acepté acompañar a Charlie, pero no sé cómo tomará mi compañía.

—Si quieres no vayas— susurro Nicolás llamando mi atención.

—Fui parte de tu pasado, seré parte fe tu futuro— susurre tratando de tomar confianza.

Y por eso estoy aquí, caminando entre los corredores de este centro comercial casi desierto. Charlie caminaba emocionada en busca de ese salón de belleza, sonreí al recordar que era ser de esa edad y disfrutar mi vida. Fue fácil encontrar el salón porque a kilómetros el color rosado llamaba la atención.