16. Hermanita.

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El hecho de que su actual interés amoroso le pidiese ayuda a su ex no era precisamente su mejor experiencia. De hecho, para nada. No era lo que él hubiese esperado, pero no podía quejarse ahora cuando tenía cosas más importantes de las que preocuparse. Necesitaba detener a Astrid a de lugar hasta tener un plan mejor que simplemente atacar a su mamá y quedar encerrada de nuevo, donde quizás estaría encerrada de por vida.

Miró a Astrid de reojo de nuevo, no habían hablado desde el día de ayer cuando Astrid habló con Jace por tercera vez por mensaje iris. Habían acordado recolectar pistas, información y luego saldrían en busca de su familia. Todos los Cazadores la iban a ayudar. Lo que los ponía nuevamente juntos a todos y no era del agrado de todos aquella idea, sin embargo, se habían dado cuenta de que Astrid Frost era bastante persuasiva cuando se lo proponía.

Astrid lo miró y sonrió tranquilamente antes de levantarse de su cama y dirigirse a la de Percy para acostarse a su lado. Ella sabía el miedo irracional de Percy acerca de Jace. Se sentía más amenazado por Jace que por Kai, quien por cierto sólo era amigo de la castaña, ni siquiera algo había intentado desde que corrió el rumor de que Percy y Astrid tenían algo, había preferido mantenerse al margen de la situación, no obstante, el Shadowhunter no era sólo el amigo de Astrid, había sido más que eso.

—¿Por qué detestas tanto a Jace?—preguntó ella mirando al techo al igual que él. No se sentía preparada para darle cara a Percy, no después de pasar casi el final de la tarde hablando con su ex.

No lo detesto, es sólo que... Te rompió el corazón, de la peor forma posible, Astrid, no quiero que pase de nuevo. Ni siquiera sé porqué le hablas de nuevo, no deberías, no tiene sentido que intentes ser su amiga de nuevo. ¿Y si termina con la tal Clarissa y quiere algo contigo por despecho?—Preguntó Percy observándola al fin. Ella también lo miró y se dio cuenta del miedo reflejado en sus tristes ojos verde mar. Algo que ella adoraba.

Percy, antes lo odiaba y detestaba porque no había otra persona en mi vida, ¿sabes?—Respondió Astrid mientras acariciaba la mejilla de Percy con cariño—. Pero ahora existes tú, y me gustas mucho. Lo que significa que Jace es mi pasado y no quiero a mi pasado de vuelta. Él y yo sólo somos conocidos con un pasado en común. Como tú y Annabeth.

Es diferente—Indicó el hijo de Poseidón rodando los ojos en molestia. No por la mención de la rubia, sino porque Astrid tenía razón.

No lo es, y lo sabes. Tú y Annabeth se llevan bien, y yo no te hago escenas por ello—Contestó la chica con una sonrisa escapando de sus labios—. Jace es bueno como Shadowhunter, pero tú eres un buen semidiós y estamos juntos en ésto, ¿no?, ¿confías en mí?

Claro que confío en ti, así como tú en mí. Pero no confío en él, eso es todo—Bufó Percy evitando la mirada de la chica. Porque sabía que era ridículo asumir la situación ahora, ambos pasaron su etapa adolescente con hormonas revolucionadas, celos, amor, etc.

—¿Acaso estás celoso?—se rió la chica sutilmente por aquella reacción que Percy tenía por Jace. Y ella creía que sólo Kai hacía sentir a Percy aquella molestia.

Tremendamente—Admitió Percy frunciendo el ceño ante la risa repentina de la castaña. Le molestaba tanto que la chica disfrutara de su sentimiento.

No deberías, tú y yo somos amigos—Se burló de una condenada manera que provocó a Percy. Se sentía desafiado, y le gustaba sentirse así, con ella siempre era un todo o nada, no existía término medio. O era blanco o era negro, pero nunca gris.

 O era blanco o era negro, pero nunca gris

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Cross Roads [Percy Jackson].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora