Piper McLean se encontraba dando vueltas por todo el instituto mientras sus amigos se recuperaban del accidente del que fueron parte. Sin ambrosía ni néctar era mucho más complicada la recuperación de cada miembro de su equipo, no estaban acostumbrados a durar tanto tiempo heridos, ni tampoco a estar tanto tiempo sin tener un plan de contingencia. Era una situación crítica a la que se enfrentaban y ella estaba segura de que no podrían ganar si no estaban todos unidos o se apoyaban, Quíone estaba un paso adelante de ellos y todos fingían que podían hacerlo por sus cuentas.
Recorrió por todos lados el lugar deteniéndose en la biblioteca, ahí se encontró con la sorpresa de que en una mesa se encontraban fotos de Astrid alrededor de los años en el instituto. Siempre junto a Jace. Se preguntó cuánto tiempo él la había amado antes de que apareciera Clary en sus vidas y ella decidiera alejarse para caer en las manos de su madre, iniciando aquel problema. Aunque, ahora, la respuesta ya no importaba, las cosas eran así y no iban a cambiar en nada por mucho que lo intentaran. En especial si el corazón de Astrid latía por Percy; Pasara lo que pasara, Astrid seguía sintiendo cosas por el hijo de Poseidón y no podía negarlo.
Fue entonces cuando la chica escuchó la puerta ser golpeada sin césar y con fuerza. Dio un brinco ante el susto y corrió a la salida esperando que no sean problemas, aunque, Isabelle y Clary, les habían explicado que ningún mortal podía ver el instituto, así que sólo podían ser problemas. Y no estaba dispuesta a dejar que siguieran hiriendo a sus amigos, no mientras estaban todos con las defensas bajas.
Por otro lado, Alec, que pensó lo mismo que Piper, corrió a la entrada con su carcaj y un arma lista para atacar. No podía dejar que nadie entrara al instituto en un momento como éste, en especial cuando la mayoría estaban heridos y los otros estaban ayudando a curarlos. Abrió la puerta alzando su arma para intimidar, pero su rostro pasó de enfado a sorpresa cuándo vio a tres personas frente a él un poco desorientados. Maldijo en voz alta y pensó absolutamente todas las posibilidades de sacarlos de ahí antes de que alguien más los viera, incluso pensó en amenazarlos, pero no sabía cómo reaccionaría Astrid con eso.
— ¿Qué hacen aquí? — Preguntó Alec al reconocer sólo a una persona. No quería sorpresas, ni invitados. Ya era suficiente con el grupo que estaba recuperándose.
— Necesito ver a Astrid, juro por el estigio que no intentaré hacer nada — Respondió Percy de manera suplicante, tenía que convencer a Alec a de lugar y agradecía que Jace no hubiese abierto, de otra manera estaría perdido.
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Cross Roads [Percy Jackson].
أدب الهواةPercy Jackson siempre creyó que ser semidiós era lo único extraño, y de cierta forma "mágico", que había en el mundo... Bueno, hasta que conoció a los Cazadores de Sombras. ¿Qué pasaría si todas las misiones que han hecho los semidioses trajeran rep...