43. Olvidar.

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Greg Frost no había soltado a su hija desde los acontecimientos ocurridos durante la noche en los que casi la pierde. Había gritado a Jace infinidades de veces hasta que acelerara para llegar al hospital pronto, no quería arriesgarse a que le ocurriera algo más, y lo más seguro con lo que contaba era con un auto. Ahora se encontraba caminando hasta la recepción del hospital central y esperaba de todo corazón que pudiesen hacer algo con Astrid, porque Summer no podía con la pena y la culpa, a penas pudo reaccionar ante la vitalidad de Astrid.

Las enfermeras pusieron a la Chica en una camilla colocándole oxígeno de inmediato al escuchar a Greg dar las explicaciones correspondientes acerca del incendio, pero no de quien lo había provocado, nadie les creería aunque tuviesen a la misma dio...

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Las enfermeras pusieron a la Chica en una camilla colocándole oxígeno de inmediato al escuchar a Greg dar las explicaciones correspondientes acerca del incendio, pero no de quien lo había provocado, nadie les creería aunque tuviesen a la misma diosa frente a ellos. Los latidos de la chica eran débiles y se temían lo peor, en especial cuando les dijo que estaba embarazada.

— ¡Salvenla! — Gritó Percy cuando lo detuvo un guardia para no ingresar a la sala de urgencias —. ¡Está embarazada!

Percy vio las puertas cerrarse y suspiró fuertemente. Se encontró a sí mismo rogándole a todos los dioses por el bienestar de la castaña y el bebé; ni siquiera sabía qué estaba haciendo, simplemente las palabras brotaban sin parar en su cabeza rogando por piedad. Se sentó al lado de Jace en el suelo. Ninguno parecía querer hablar al respecto, el rubio tenía el cabello sobre sus ojos con una mueca de molestia en su boca, Wade estaba al frente de ellos de pie con lágrimas en sus ojos y abrazaba a Summer que no paraba de llorar.

Fue cosa de un par de horas cuando llegaron los demás semidioses al hospital, asegurando que no iban a venir monstruos por ellos, que estaban protegidos. Piper y Nico fueron los primeros en acercarse al azabache para saber qué había ocurrido, la noticia había sido extendida por todo el campamento con rapidez y la historia se había distorsionado a la vez que muchos lamentaban la pérdida de Kai Jensen.

Y mientras más relataba Percy, peor era la reacción de los semidioses. Nico abrazó a Piper que había comenzado a llorar por no haber estado ahí cuidando a Astrid y Kai de las garras de Quíone. Nico estaba asimilando toda la noticia lentamente, el estómago se le había encogido y se sintió mareado por unos instantes pensando en que no estuvo para la castaña. Se sentía culpable se no estar para cuidar a Astrid como se habían prometido y para su sobrino o sobrina.

— ¿Va a estar bien? — Preguntó Nico hacia Percy. Jamás le había parecido tan indefenso como en aquel momento.

— Espero que sí, no sé qué haría si me llega a faltar ahora — Respondió Percy mirando a un punto fijo —. Pero si se repone, tampoco sé cómo decirle que Kai se sacrificó.

 Pero si se repone, tampoco sé cómo decirle que Kai se sacrificó

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Cross Roads [Percy Jackson].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora