— ¿Podrías ya dejar de mirarme así? — Preguntó Astrid saliendo de la ducha con una toalla puesta. Percy se rió sin poder evitarlo al ver el leve sonrojo de la castaña.
— Perdón, no es de todos los días que una chica guapa acaba en mi regadera — Se burló Percy antes de ayudarla a salir del baño para que no cayera. Astrid rodó los ojos divertida.
— ¿No deberías estar alistándote para la gran boda que habrá? — Preguntó Astrid dejando su cabello hacia atrás.
— Pues sí, pero debo convencerte de ir primero — Respondió Percy siguiéndole hasta la habitación del azabache.
Percy había alojado a Astrid desde que huyó de Summer, contándole a Kai donde estaría para su tranquilidad y prometiendo que la mantendría a salvo hasta que ella decidiera volver con él, cosa que había pasado ya hace varias semanas. Ninguno había traspasado la barrera de conocidos, ninguno había intentado algo más a pesar de que la atracción era innegable entre ambos. Percy quería darle tiempo a todo y Astrid necesitaba hablar con Kai primero, después de darse cuenta de muchas cosas.
Sally y Paul estaban contentos con Astrid ahí, les agradaba y la castaña no había hecho nada para ser desagradable, de hecho, había sido muy amable con la familia de Percy, contando historias, cocinando, ordenando, riendo. El azabache pudo percibir a la chica que él conocía, él no había perdido la esperanza aún, sabía que aún podía recuperarla, pero debía ser paciente con el tiempo que podría curarla.
— ¿De verdad ustedes creen que deba ir? Quiero decir, estará mi familia y no creo poder soportar eso, Percy, he intentado los últimos meses olvidar todo lo que hice, pero no puedo, y no quiero volver a pasar por el infierno en el que ya estoy — Contestó ella mientras se sentaba en la cama del azabache aferrándose a la toalla, recordándole a Percy como fue la primera vez que se besaron.
— Y yo no quiero volver a pasar por el infierno que fue perderte — Confesó poniéndose en cuclillas frente a Astrid, tomando su mano disponible para jugar con ella con diversos mimos.
— Percy... Por favor.
— No, Astrid, tú no sabes lo que duele estar en este momento frente a ti como un imbécil, sin poder hacer nada, cuando lo único que tengo en mente, y lo único que quiero hacer, es besarte y estar contigo — Susurró antes de lamer sus labios con inseguridad. El rostro de Astrid tomó cierto color en su pálida piel —. Te quiero, Astrid. Te extraño.
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Cross Roads [Percy Jackson].
FanfictionPercy Jackson siempre creyó que ser semidiós era lo único extraño, y de cierta forma "mágico", que había en el mundo... Bueno, hasta que conoció a los Cazadores de Sombras. ¿Qué pasaría si todas las misiones que han hecho los semidioses trajeran rep...