La mayoría de los semidioses presentes se encontraban con sentimientos encontrados frente a la chica que miraba el paisaje con frialdad. Sabían lo que pensaba y lo que intentaba evitarlo, pero ninguno era capaz de modular alguna palabra, al fin y al cabo todos sabían y tampoco le habían dicho. Piper se encontraba en una gran encrucijada, si bien Annabeth era su amiga hace más tiempo que Astrid, la rubia había actuado mal y había herido a la castaña, así que estaba de su lado.
Astrid se encontraba regañandose mentalmente por dejar que sus sentimientos interfirieran en lo que realmente importaba. Debió hacerle caso a su madre cuando no quiso darle información acerca de Percy, y es que ahí comenzaron sus problemas. Si hubiese sido más lista no se habría fijado en él, no lo habría ayudado a escapar, no habría arruinado su vida. Pero por otro lado, gracias a todo eso conoció a personas increíbles como Summer, Piper, Kai y Nico, entre otros.
—¿Cómo estás ahora?—Preguntó Kai con una mueca al ver que ella intentaba alejarse de él. Como si tuviese alguna clase de mal.
—Regular. No te voy a engañar, no llevo un día demasiado bueno–Confesó la castaña con un suspiro cansado. Miró sus manos y vio como las de Kai las cubrían en un intento de que no se enfriaran a pesar del calor.
—Lo siento—Musitó.
—Tranquilo, sabía, en el fondo, que iba a ocurrir en algún momento. Por lo visto no soy suficientemente buena para él—Se encogió de hombros la chica intentando no verse tan patética como se sentía.
—No digas eso, Astrid. De seguro él...
—Tenías razón aquella noche en que me dijiste que Percy siempre va a querer a Annabeth... Y... Yo no seré otra versión de nuestros padres— Susurró la dolida chica jugando con el dobladillo de la camisa de Kai.
—No tiene porqué ser así—Susurró el chico captando la mirada de Astrid y a lo lejos la de Summer que observaba curiosa—. En más de una ocasión te he dicho lo perfecta que eres... Sobre todo para mí
—No voy a usarte—Aclaró la chica soltando su mano de Kai. El castaño la observó por una fracción de segundos hasta que apartó la mirada—. Kai, somos buenos amigos, no quiero arruinar eso. Mucho menos si no puedo confiar en lo que siento.
—Rehace tu vida, se supone que eres dueña de tu destino, deberías poder cambiar algo, ¿no?—Apuntó Kai mientras arremangaba su camisa para evitar mirar a Astrid a los ojos.
—¿Cómo demonios se supone que voy a rehacer mi vida cuando todos a mi alrededor se dedican a jodermela?—Apuntó la chica con media sonrisa irónica, Kai pensó que aquello era mejor que nada, pero debía ser honesto con ella. No quería ser igual a los demás que la habían herido.
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Cross Roads [Percy Jackson].
Fiksi PenggemarPercy Jackson siempre creyó que ser semidiós era lo único extraño, y de cierta forma "mágico", que había en el mundo... Bueno, hasta que conoció a los Cazadores de Sombras. ¿Qué pasaría si todas las misiones que han hecho los semidioses trajeran rep...