Capítulo ocho: Hombres sudorosos.
Sugar miró directamente al chico, pensando por varios minutos si debería decirle todo lo que en su mente se estaba maquinado a la velocidad de la luz. Ya había comprobado que el no la consideraba una loca, lo cual provocaba una creciente curiosidad, y le resultaba inquietante pesar en ella.
¿Por qué parecía que el no concebía la magia como algo irreal? Ella tenía sus razones fundamentadas que enterró en la jungla del olvido tratando de reprimir los recuerdos de su difunta mejor amiga, pero ¿Cuáles eran las de él? Sus ojos grises estaban fijos en el, como tratando de desifrar un acertijo imposible, más complicado que una caja de Pandora.
—Yo.... No lo sé— respondió ella en voz baja. Su mirada inquisitiva la ponía nerviosa, como si estuviera esperando muchas cosas de ella. Respuestas a misterios que ella misma desconocía, y que probablemente no tenía. Su mirada la inquietaba, pero no de una mala manera. Era como si le incomodara no poder darle respuestas, como si le avergonzara no saber y se tratara de esconder de él por lo mismo— No estoy segura de muchas cosas. Todo esto está pasando tan rápido....
—Pero todo eso.... Lo que le dijiste a Segel...
—No era mentira— dijo con rapidez, frotando sus brazos y abrazándose a si misma como si pudiera conformarse— Estoy segura de que ella me provocó esto, solo que... No sé cómo lo hizo.
Adler la mira con desesperación, como si estuviera diciendo "eso no me ayuda para nada" con su mirada. Ella aplanó sus labios en un puchero acaudalado.
—¡No me mires así! No es mi culpa no saber, ni tampoco que esto esté pasando. Además, me debes respuestas. ¿Cómo es qué crees en la magia? ¿Por qué no crees que estoy loca? ¿Qué sabes que no quieres decirme? Porque de seguro hay mucho que no quieres contarme. Sé que no soy tu amiga... Pero aún así te neces— se cortó en plena frase, asustada— Necesito tu ayuda.
El suspiró. Eso estaba resultando más complicado de lo que creía. Ella no era la única confundida.
—Lo sé, pero tampoco yo tengo idea de que está pasando, tal vez sepa... Cosas, locuras más bien, pero no significan nada si tú no me dices lo que sabes— se acercó a ella y sacudió sus hombros con fuerza— ¡Así que dime lo qué sabes!
—¡Es que no se nada!— exclamó un poco exasperada y visiblemente alterada, su labio inferior temblando un poco. El respiró profundamente, diciéndose a si mismo que debía de calmarse.
—Tranquila— le dijo, acariciando su espalda para ayudarla a relajarse. Tenía en los ojos la llama del terror, asustada de la situación. Susurró una maldición, regañandose por ser tan brusco con ella— Yo.... Lo siento, estoy siendo grosero. Entiendo que esto es difícil para ti, pero debes decirme.
—¿Por qué? ¿En qué te afectaría a ti? — dijo Sugar batiendo sus pestañas. Con su orgullo por el suelo y toda su vanidad totalmente destrozada, se veía como una pequeña niña vulnerable, incluso inocente.
—En nada— titubea un poco al responder, tardando unos segundos—creo, pero quiero ayudarte. Y no puedo si no sé. Dime algo, lo que sea.
—¿cómo qué?
— ¿Por qué piensas que fue ella? ¿Y cuando fue la primera vez que la viste?
Ella suspiró, tratando de tranquilizarse y conectar todos los recuerdos.
![](https://img.wattpad.com/cover/134995474-288-k553603.jpg)
ESTÁS LEYENDO
El Imperio caído de Sugar
Фэнтези"Cuando la armadura vacía es destrozada, el imperio cae" Una estrella agoniza si la alejas de su cielo. Un brillo se apaga si robas la dicha de su origen. Un alma se muere cuando su espíritu se fuga. La oscuridad crece en lugares donde hay luz, pe...