Capítulo 11

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Harry: em... hola

Tú: Hola, ¿necesitas unos ejercicios o algo?

Harry: no, yo... ¿puedo pasar?

Tú: Oh, claro, sí.- ella se retiró de la puerta y me dejó pasar. Su casa era grande, enorme, con una decoración moderna, nada fuera de lo normal. Me indicó su habitación tras subir unas escaleras en forma de caracol. Su cuarto es grande, su cama adorna la habitación pintada de unos morados tan claros que casi parecen blancos. La mesa, los armarios y las estanterías son de madera clara. La habitación está decorada con dibujos realmente bonitos de chicas sin rostro con siniestras sonrisas. Sobre la mesa hay un ordenador portátil plegado, libros y lapiceros. Bajo la mesa una cajonera de tres cajones y una silla de oficina blanca con molduras negras.
Harry: Bonita habitación, me gusta.
Tú: gracias.- Nadie dijo nada más y el silencio comenzó a hacerse más y más incómodo.

Harry: yo venía a... él me dio una carta para ti.
Tú: dime quien es.
Harry: no puedo hacer eso.
Tú: Harry, por favor.
Harry: No, se lo prometí.
Tú: está bien, dile que no leeré más sus cartas, y aunque lo haga no contestaré, hasta que me diga quién es.

Harry: si te lo digo, prometes no hacerle nada, no enfadarte - estaba a punto de hacer una tontería, pero el que algo quiere algo le cuesta, ¿no?

Tú: prometido- ella extendió su mano frente a mí, y yo junté la mía con la suya en un ligero balanceo. No hay vuelta atrás.

Harry: soy yo, ____, soy yo.

Su cara se deshizo de cualquier expresión y sus ojos se codificaron en algo indescifrable. Una lágrima salió de su ojo izquierdo resbalando por su mejilla y se lanzó a mis brazos mientras comenzó a llorar desconsoladamente.

Tú: Harry, yo te quiero, te quiero...

Ella, mi nerd (Harry Styles y tú) (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora