Ella, mi nerd (Harry Styles y tú) (En edición)

Capítulo 17

NARRA ___

Desperté por la mañana en el sofá, sobre el pecho de Harry. Me levanté y quité la película para guardarla. Entonces Harry despertó.

H: princesa, tengo que volver a casa con mi madre. ¿Qué te parece si vuelvo para dormir?

Tú: vale.

Harry se levantó y me besó, luego se vistió y me volvió a besar pero esta vez durante más tiempo. Creo que reaccioné cuando la puerta se cerró. Entonces me senté en el sofá, puse las manos en mi cabeza y sentí una lágrima en mi mejilla. ¿Qué pasa si es una broma? Ninguna relación dura mucho a esta edad. La primera relación casi nunca es la única. Él no es virgen y yo no puedo saciar esas necesidades. Se cansará de mí. Se buscará a una más guapa. En algún momento me pedirá que me siente sobre él y se irá, porque peso demasiado. No soy para él.

Entonces la puerta se abrió de golpe y me asusté.

NARRA HARRY

Volví a casa y pasé toda la tarde pensando en mi pequeña, en que estaría haciendo en esos momentos. Comí y le hablé a mi madre de ella. Y como siempre me convenció para que se la presentara. Le dije que sobre la semana que viene o así. Luego me preparé una mochila con ropa para mañana y me la llevé junto con la de clase. Me despedí de mi madre y me fui caminando tranquilamente para bajar la cena. Cuando llegué a casa de ____ llamé varias veces a la puerta pero no pasó nada. Tal vez no escuchó. Volví a llamar pero nada. Tal vez salió. Miré la hora en el móvil, no, demasiado tarde. Volví a llamar pero de nuevo no hubo respuesta. Quizá se esté duchando o esté en el baño. Esperé veinte minutos exactos y volví a llamar repetidas veces. Nada. Me comencé a asustar, la llamé al móvil, seguí llamando, nada. Llegué a preguntarle a un vecino si la había visto salir pero me dijo que no. Así que busqué bajo el felpudo, en el marco de la puerta, en todas partes intentando encontrar una llave. Cuando por fin di con ella entre la tierra de la maceta de la entrada, abrí la puerta y no tuve que moverme mucho para encontrarla con las manos en la cabeza en el salón, sentada en el sofá, con las piernas cruzadas, una enorme mancha de humedad en sus piernas, los ojos rojos e hinchados, los labios morados y las mejillas ardiendo. Los sollozos se oían por toda la casa y las lágrimas caían por su cara sin descanso sobre la mancha de humedad.

Harry: dios mío, cielo ¿que pasa?

Me arrodillé frente a ella y limpié algunas de sus lágrimas con mis pulgares.

Tú: ha...harry, ¿qué - sorbió- se te olvidó?

Harry: nada, tenía que venir para dormir.
Tú: pero... te fuiste hace apenas diez minutos.

¿QUÉ?

harry: cielo, ¿cuánto llevas aquí?

Tú: poco, desde que te fuiste.
H: ¿Qué? Levántate, tienes que comer.

_: pero...

H: princesa- la ayudé a levantarse- me fui a las diez y cuarto de la mañana. Van a ser las doce de la noche.

_: oh...

H: tienes que comer.

Comió y luego la ayudé a cambiarse, tapándome los ojos cuando estaba completamente desnuda. Al final nos tumbamos en la cama.

H: ahora, cuéntame por qué llorabas.

_: yo... pensaba en ti...

H: ¿en mí?

_: si... yo... hay chicas más guapas y delgadas... estoy gorda... soy virgen y ....

Las lágrimas regresaron a su rostro y yo me deshice por dentro.

H: escúchame bien. Eres hermosa y no estás gorda. Eres perfecta tal y como eres. Te amo. No quiero sexo, ya lo he dicho. Será cuando estemos listos. Y me da igual. Te AMO.

Paró de llorar y pude ver que no estaba muy convencida, entonces la besé y luego vi un brillito en sus ojos. Noté sus manos en mi bóxer y entonces me di cuenta de lo que intentaba hacer.

H: ni se te ocurra. No vas a perder la virginidad ahora. No. Será cuando deba ser. Tengo sueño, durmamos.

La abracé y pronto noté que se dormía, no tardé en hacerlo yo también.