Ella, mi nerd (Harry Styles y tú) (En edición)

Capítulo 22

NARRA ___

Después de aquello, Harry volvió a casa, me habló por teléfono todas las noches y quedamos en que me vendría a recoger el sábado para su cumpleaños que su madre había cambiado de fecha. Me rompí la cabeza pensando en que regalarle, tenía tiempo ya que debía descansar y me salté clase toda la semana. Finalmente, el viernes por la tarde decidí que comprarle. O mejor dicho entregarle.

El sábado a las cinco en punto Harry apareció en mi casa vestido normal. Entonces me sentí rara por haberme puesto un vestido, algo anormal en mí; sin embago Harry dijo que me sentaba bien y no me cambié. Me besó y nos fuimos a tomar el autobús. Su casa estaba a una distancia considerable de la mía. Al llegar me fijé en lo bonita que parecía desde fuera y el toque rústico que aportaba. Pero por dentro era preciosamente moderna. Su madre me saludó emocionada aparentemente e hizo algún que otro desdeñoso comentario a cerca de lo mucho que se alegraba de que alguien decente hubiese substituido a Rebeca. Cenamos con tranquilidad, y al final de la noche el padre de Harry apareció a tiempo para abrir los regalos. Ahí me sentí mal por no tener nada que darle pero a nadie pareció molestarle. La madre de Harry insistió en que nos quedasemos a dormir, así que pude ver la preciosa habitación de Harry. Por la mañana, sobre las seis me desperté, saqué con cuidado la carta en la que indicaba a Harry donde podría encontrarme. Me fui a casa y me duché. Me aseguré de depilarme bien y me puse la braga a juego con el sujetador negro con encaje que había comprado el viernes, arreglé mi pelo, me puse el vestido corto que compre con la ropa interior, un poco transparente y de un puro blanco y me senté en la cama a esperar. Harry no tardó en llegar, con las llaves que yo le dí, ya que me había molestado en cambiar la cerradura por si mi madre aparecía, cosa que dudo mucho. Subió a mi habitación y al verme  en su rostro se formó una eterna cara de confusión.

H: __... ¿Qué es esto?

__: es mi regalo; quiero regalarte mi virginidad.

H: pero...

_: de verdad, te quiero y quiero dártela. Pero tienes que ayudarme porque no sé muy bien como va esto.

H: yo... Está bien.

Y entonces mis mejillas ardieron y perdí la respiración mientras él se acercaba a mí lentamente.