Le quitó la ropa como todo los días, dejándolo totalmente desnudo sobre la cama, sabía lo que pasaría, no era la primera vez y definitivamente no sería la última. Se dejó tocar, sin sentimiento, sin quejarse ni hacer ruido, aquello suele molestarlo y nada bueno puede salir de algo así. Lo besó y él le correspondió, luego fue empujado sobre la cama sintiendo al instante un peso encima, el beso siendo interrumpido para pasar de sus labios hasta su cuello.
—¿Listo pequeño? —le preguntó abriendo el lubricante, pero no respondió, de repente un nudo se había formado en su garganta —¿Mark?
No llores, no llores, no llores, no lo hagas o se molestará.
—Mark.
—Mark...
—Mark.
—¡Mark! —la voz de Wendy —Despierta cariño, llegarás tarde a clase.
Fue sólo un sueño, uno muy real.
***
Como cada mes Johnny entra a la oficina del entrenador, dispuesto a sentarse delante de su escritorio para escuchar la misma charla de siempre como si le importara.
—Puedes ser muy bueno jugando basquet John, pero eso no quiere decir que puedas dejar tus estudios de lado, debes esforzarte más, ser el capitán del equipo no hará que apruebes tus materias mágicamente.
—Sí, lo sé, ¿me puedo ir?
—Veo que no te importa, entonces no te repetiré lo de siempre, simplemente dejarás el equipo.
—¿Qué? ¡No! ¡En un mes comienza el campeonato!
—Y en un mes son los exámenes antes de que acabe el primer quimestre, si los pasas todos volverás al equipo y si no lo haces, te perderás esta temporada —debe ser una broma, el entrenador no le puede hacer algo así —no te preocupes, te asignaré un tutor, conoces a Mark, ¿verdad? Te estará esperando hoy en la biblioteca para armar un horario de estudios.
¿Un tutor? Menuda estupidez, ¿Mark? Dios debe odiarlo, de todos los cerebritos y nerds del colegio, ¿por qué precisamente él? Conoce a Mark, claro que lo hace, es el chico nuevo, un rarito que se mudó de Canadá con su madrastra hace pocos meses, para su desgracia esa madrastra y su mamá se hicieron amigas en un club de lectura, por lo que la señora Seo, al escuchar que el hijo de Wendy es algo tímido, decidió hecharle una mano y le pidió, por no decir obligó, a Johnny que lo llevara a la próxima fiesta a la que lo invitaran.
—Podrías ser su amigo, tal vez se te pegue algo de él y empiezas a mejorar tus calificaciones.
El grupito de amigos de Johnny, el de los más populares, pasó un buen rato riéndose de él por tener a un nerd pegado a su espalda durante toda la noche, maldijo a su mamá mil veces y empezó a molestar a Mark casi a diario, haciendo cosas como lanzarle los libros al piso, inventar falsos rumores que las animadoras se encargarían de expandir o quitarle los almuerzos que Wendy le preparaba para comer en el colegio, seguramente Mark lo odia, tal vez hasta le enseñe mal para que repita el año y el entrenador no le devuelva el puesto que le pertenece en el equipo, puto karma.
—Estoy libre de seis a ocho, de lunes a jueves y los domingos toda la mañana, los viernes y sábados estoy ocupado todo el día, aunque los añadas al horario no iré, así que no te molestes —minutos después de haberse sentado se vuelve a parar, no sin antes dejarle un trozo de papel con su número —es sólo para que me escribas a decirme cuando nos reuniremos, no quiero que me hables para nada más, tú y yo no somos amigos ni nada por el estilo. Eso es todo, me largo... ah, y dile a Wendy que mañana te prepare un sandwich de pollo, le quedan realmente buenos.