《 Capítulo 22 》

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Por alguna razón sus pies lo llevaron hasta la casa de John, ahora está sentado en la vereda frente a ella, tratando de buscar el número de Johnny aunque no puede ver nada con sus ojos llenos de lágrimas.

—¿Mark? —John contesta y lo primero que escucha es un sollozo —¿Tuviste otra pesadilla mi cielo?

—A-algo así, ¿podríamos vernos?

—Mmm no lo sé, no está entre mis planes de hoy el ser tu idiota.

—Johnny —suspira el menor —por favor.

—Jódete, no estoy de humor para jugar a ser tu pañuelo, compórtate como alguien de tu edad y deja de llorar por estúpidas pesadillas.

—¿Sigues molesto por lo de ayer?

—No, yo soy el único adulto de esta relación y no me molesto por estupideces, pero ya que lo mencionas, ¿por qué no vas a llorarle al imbécil de JaeHyun y me dejas en paz?

—Tal vez sí debería.

—¿Qué?

—Adiós.

—Espera, no te atrevas a colgarme idiota...

Después de rechazar tres llamadas de John comienza a caminar recto en dirección a casa de YoonOh. Si Johnny no está de humor para ser su pañuelo, entonces él tampoco está de humor para aguantar sus estúpidos celos, aunque debe admitir que su cuerpo tiembla de sólo imaginar la discusión que tendrán cuando se encuentren.

No importa, ahora quiere sentirse bien, porque algo dentro de él está a punto de estallar y eso es malo, no debió ir a casa de Taeil, no debió preguntar por el perrito de DongHyuck, mierda, es que el problema comienza en que no debió haber nacido, ¿para qué o por qué nació en un mundo que sólo le ha mostrado lo peor de él? No es justo.

Al llegar a casa de YoonOh se queda fuera algunos minutos hasta que su rostro ya no tiene signos de que estuvo llorando, luego toca algo tímido a la puerta encontrándose al instante con la sonrisa de SeulGi, quien le explica que JaeHyun no ha ido al colegio porque las fresas que comió le causaron una infección de estómago para nada amigable.

—Yoonnie, amor vino un amiguito a visitarte —SeulGi abre la puerta de la habitación de Jae para dejar pasar a Mark —te trajo chocolates, pero habría sido mejor que trajera papel, ¿verdad?

—¡Mamá!

—Lo siento, lo siento —ríe saliendo de la habitación —si quieren algo me llaman.

Mark se voltea hacia Yoon esperando encontrarse con el típico ceño fruncido de siempre o alguna mueca antes de gritarle: "¡Lárgate!", pero no, todo lo contrario, Jae palmea su cama invitándolo a sentarse junto a él y le dedica una sonrisa cuando lo hace, después frunce la nariz por unos breves segundos tratando de recodar algo, cuando logra recordarlo sujeta la mano derecha de Mark y vuelve a sonreír.

—Te hiciste esto —señala una pequeña cicatriz en la mano del menor muy parecida a la suya —con un trozo de vidrio de una botella, ¿verdad? —Mark asiente —Recuerdo que íbamos muy orgullosos de nuestras cicatrices porque parecíamos niños grandes.

—Yoonnie.

—Dime.

Silencio.

—¿Me estás perdonando?

Más silencio.

—No lo sé, ¿quieres ver películas?

Quiere, sí, aunque no entiende muy bien qué es lo que cambió de un día para otro, nada tiene sentido, pero no importa, las mejores cosas no lo tienen.

Hay muchos años que recuperar, muchas cosas que hacer y muchos recuerdos que revivir, sólo los buenos, claro, como su amor por hacer muñequitos de frutas, sin fresas, o ese maratón de películas Disney que prometieron hacer y que no hicieron por muchísimas razones.

Los dos se entiende, porque los dos saben sus secretos más íntimos, porque se complementan, porque su amistad no es una amistad normal, es una amistad s.

Este tipo de amistades no son para cualquiera, están disponibles sólo para un pequeño porcentaje de la sociedad, son amistades que se estiran, golpean y queman, pero jamás se destruyen, porque no están hechas de cualquier material como los buenos recuerdos, sino del más fuerte metal, las lágrimas, aquellas que se forman de un dolor desgarrador en el pecho.

Todas las amistades s, comienzan igual, primero descubres a esa persona y te das cuenta de que te gusta pasar el tiempo con ella, es divertida y puedes ser tú misma, algo así como un mejor amigo, entonces llega el día, ese día en el que se crea la diferencia entre una amistad especial y una s.

Un secreto, un acontecimiento, una confesión, algo que te haría alejarte inmediatamente de cualquier otra persona, pero que te mantiene sujeto a tu mejor amigo, porque él o ella no es cualquier persona, no es cualquier amistad, es una parte de ti.

Será exageradamente duro, jodidamente doloroso y extremadamente terrorífico, te verás acorralado entre un abismo y un agujero negro, entonces maldecirás porque hubiera sido más fácil estar entre la espada y la pared. La espada te mata, un agujero negro es eterno.

Imagina una situación desesperante donde perder a ese amigo es una opción más fuerte que salvarlo, no se puede explicar esa sensación, incluso si no crees en Dios terminarás suplicándole de rodillas que lo ayude, en medio de tu desesperación te aferrarás a cada oportunidad de no soltarle la mano, porque es preferible caer con él o ella a perderlo.

¿Qué pasa si atraviesan todo ese infierno juntos? Pues ahí está tu amistad s, ese mejor amigo entra a tu pequeño todo donde sólo está lo más importante, porque merece estar ahí, porque lloraste por ella, te despertaste por ella, es más que especial para ti.

¿Qué pasa si fallas? ¿Si la pierdes? No lo sé, gracias a Dios no lo sé.

Mark y YoonOh tenían cada uno sus propios infiernos, Mark entró al de YoonOh y YoonOh entró al de Mark, se ayudaron, por distintas razones se separaron, pero luego de que esa persona entra en tu todo, ya no puede salir.

Aunque Mark haya huido del segundo infierno de YoonOh, estuvo en el primero y eso ya le aseguró un espacio en el corazoncito de Yoonnie que nunca podrá ser ocupado por alguien más.








JSJR ♡

Vegetarià | JohnMarkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora