《 Epílogo 01 》

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Xiumin mira el cristal del cuarto de interrogación, fuera JongDae está sentado pacíficamente leyendo un libro, su pierna derecha cruzada, lleva un suéter de cuello alto y pantalones de tela pegados, una extraña combinación que le da la apariencia de una persona normal y corriente.

A su lado un pequeño JungWoo con mejillas gorditas y ceño fruncido le susurra cosas a su hermana, ella suspira y señala hacia el cristal, está hablando de la habitación donde Xiumin está encerrado, de repente la puerta se abre y dos policías entran, haciendo que Xiumin deje de ver a sus hijos y se centre en los oficiales que ahora están sentados frente a él.

—Señor Kim —uno de los detectives rompe el silencio —¿sabe por qué está aquí?

—No.

—¿De verdad? Pero si es muy obvio que es parte clave de este caso —aclara dejando una carpeta en el medio —su ex pareja se suicidó y esto no debería traerle ningún problema, pues normalmente no se abre investigaciones si la causa de muerte es suicidio, sin embargo, tras lo ocurrido con el hijo adoptivo de su ex pareja, de quien usted pidió la custodia...

—Puede ahorrarse tanta palabrería —lo interrumpe Xiumin —tengo un vuelo dentro de poco, así que le contaré lo ocurrido para que pueda quitarme lo antes posible la prohibición de salida del país.

Hace varios años me mudé de Corea a Canadá con la finalidad de estudiar mi maestría en psicología, durante ese tiempo trabajé para el juzgado de la niñez y la adolescencia canadiense.

Al poco tiempo de empezar mi nuevo trabajo me asignaron un caso considerado "pequeño", resultaba que una profesora de una escuela situada en un barrio pobre había visto muy triste a uno de sus alumnos, por tal razón citó a su padre varias veces, pero él nunca se presentó para hablar con ella, preocupada por la situación denunció el caso a protección de menores.

Fui a la casa del niño y oh, sorpresa, me encontré con Taeil, un viejo amigo de Corea que había migrado a Canadá unos cuantos años antes que yo, me invitó a pasar y le expliqué que necesitaba revisar su casa y hablar con su hijo para ver si realmente el menor estaba en peligro.

Lo que vi me rompió el corazón, aquel caso con la etiqueta de "pequeño" en realidad era uno muy grande, el niño, Mark, estaba mal alimentado y padecía depresión infantil, Taeil también estaba deprimido y presentaba principios de alcoholismo, por otra parte la casa era un lugar inseguro, llena de botellas rotas y restos de algunas drogas. Sentí lástima hacia mi viejo amigo, si yo presentaba ese informe le quitarían al niño sin lugar a dudas.

Decidí mentir en el informe y traté de ayudar a Taeil y a Mark con su depresión, por obvias razones debía ser rápido, no podía arriesgarme a que la profesora volviera a presentar una denuncia, el juzgado notaría mi mentira y me metería en grandes problemas, mucho más grandes que sólo perder mi trabajo.

Comencé con la ayuda al día siguiente, tan pronto como salí de la oficina fui a la casa de Taeil y... no tengo palabras para explicar lo que vi, al entrar me encontré con un panorama totalmente distinto al que había visto el día anterior, la casa estaba limpia, las cortinas recogidas, por lo que entraba mucha luz, Taeil buscaba trabajos en un periódico, Mark tenía juguetes nuevos y se lo veía muy feliz sentado en el suelo de la sala con ellos, me quedé anonadado.

¿Cómo un panorama desastroso podía cambiar tanto de un día a otro? ¿Tal vez yo había visto mal? ¿Lo de ayer había sido un mal sueño? ¿Cómo era posible? ¿Cómo? O mejor dicho, quién.

Ese fue el día en el que conocí a Wendy, la encontré en la cocina, preparando bocaditos para quienes ella llamó sus "dos amores", en ese entonces era la novia de Taeil, me dijo que había llegado recientemente de un viaje de negocios y que por eso no la había visto el día anterior, pero que Taeil ya la había puesto al tanto de mi llegada y que me agradecía mucho por la ayuda que les estaba dando para que no perdieran a Mark, su amor hacia el niño era obvio.

Vegetarià | JohnMarkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora