Pasado III
Cuando conoció a Jackson el día estaba soleado y hacía un agradable calor. Xiumin se había ido de viaje debido a cuestiones de trabajo, por lo que Wendy y él estaban solos en casa, por alguna razón desde que Xiumin se fue la rubia había estado muy extraña y Mark no entendía porqué.
En la tarde Wendy comenzó a arreglarse y minutos después guardó dos maletas en al auto, Mark no preguntó ni dijo nada, simplemente subió al asiento del copiloto cuando Wendy se lo pidió.
Tras unos minutos de viaje llegaron a una heladería casi a la salida de la ciudad, donde comenzaron platicando de cosas cotidianas hasta que por fin Wendy tocó el punto que le interesaba, ¿por qué había dos maletas en el auto?
—Este fin de semana iremos al campo, tengo una casa en una bonita colina, es un lugar bastante desolado, por no decir que el vecino más cercano está a unos cuántos kilómetros —dijo Wendy analizando el rostro de Mark, el repentino viaje lo tomó por sorpresa —creo que nos iría bien desconectarnos un poco del mundo —Mark asintió metiendo una cucharada de helado a su boca —también... te presentaré a mi hermano.
En ese momento el menor casi se atraganta con el chocolate que había en su boca, ¿hermano? ¿Wendy tenía un hermano?
—Escucha cielo, hay algo que debes entender antes de que conozcas a Jackson —la rubia suspiró —nadie puede saber que tengo un hermano.
—¿Por qué?
Wendy miró aquellos dos grandes ojos marrones con los que Mark mostraba confusión y no pudo evitar recordar cuando rompió con Taeil y recibió aquella misma mirada. En ese entonces no pudo explicarle porque se estaba marchando y no lo llevaba con ella, pero ahora podía hacerlo.
Podía decirle que en ese momento, cuando terminó con Taeil porque la golpeó, habían personas muy peligrosas siguiéndola y que se negaba a tener una debilidad con la que la pudieran manipular, ya tenía suficiente viéndose obligada a romper cualquier contacto con Jackson por miedo a que JongDae lo lastimara.
Podía, podía tratar de explicarle muchas cosas, pero no lo haría, porque Wendy tenía la fe de que algún día lograría tomar control de su vida, podría tener un día a día normal y uniría a su familia, entonces el pasado no tendría espacio en el presente, ¿por qué llenar el corazón de quienes amaba con la oscuridad de su pasado? Le bastaba con Jackson y su tonta lista de venganza.
Oh, cuantos dolores de cabeza le había traído esa dichosa lista que su hermano inventó, cuando su vida se normalizara, y todos pudieran estar juntos, lo último que quería era enfrentar a quienes le habían hecho daño, tampoco le apetecía envenenar su corazón con sed de venganza, el karma ya se encargaría de esas personas, ellos no tenían ningún derecho de creerse Dios.
—Jackson y tú son las dos personas más importantes de mi vida —sonrió Wendy acariciando la mejilla de Mark —me hace mucha ilusión que las dos personas más importantes de mi vida se conozcan.
Luego de unos segundos su sonrisa desapareció, Mark le había hecho una pregunta y no podía simplemente ignorarla.
—El porque no puedes decir que tengo un hermano es una historia muy larga que te contaré otro día, por el momento sólo te diré que no podemos confiar en nadie, ni siquiera en Xiumin.
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Una semana antes del último juicio
contra Taeil — Cárcel de Canadá.Había mentido cuando dijo que debía viajar a Vancouver por trabajo, en realidad tenía algo más importante que hacer antes del juicio final, algo que podía garantizar la paz de su futuro.
La personificación de la tranquilidad recaía sobre Xiumin y su neutra expresión facial, delante de él Taeil era un completo contrario, sus piernas se movían de derecha a izquierda, sus manos tamborileaban sobre la mesa, sus ojos se llenaban de lágrimas ante la foto de Mark con un bonito pastel de cumpleaños frente a él.
—¿Celebraron su cumpleaños a pesar de todo este problema? —la voz de Taeil estaba claramente quebrada —Gracias, de verdad Xiumin.
—No tengo mucho tiempo, así que seré directo —la voz de Minseok era fría —estás jodido, hice lo que pude, pero los delitos por drogas son graves y ni hablar del maltrato animal —Taeil se secó las lágrimas y levantó la vista —me ocuparé de Mark, no te preocupes, lo criaré como si fuera mi propio hijo, también cuidaré de Wendy.
—Gracias, muchas gracias, ese pequeño ángel es lo único que he hecho bien en mi jodida vida, él no merece toda esta mierda que está pasando por mi culpa, no sé cómo agradecértelo.
—Yo sé como me lo puedes agradecer.
—¿Uhm?
—YoonOh, el amigo de Mark —dijo con una falsa paz —tuve un pequeño problema con él... podría ir a la cárcel si el niño habla y su orfanato decide poner una denuncia.
—No entiendo.
—Tu condena es segura Taeil, tendrás cadena perpetua, si añades un delito más no habrá una gran diferencia.
—¿Un delito más?
—Violación a un menor de edad.
—¿Qué? Eso suena horrible... ¿qué hiciste?
—No entraré en detalles, sólo debes saber que yo me encargaré de que todos crean que el niño está muy traumatizado y por eso confunde al abusador con la persona que lo encontró y salvó, tú sólo debes decir que violaste al amiguito de tu hijo en medio de un episodio de sobredosis.
A Taeil le tomó unos segundos unir las piezas de lo que Xiumin le estaba diciendo, cuando al fin lo hizo miró horrorizado hacia su amigo y empezó a negar varias veces, no podía ser lo que estaba pensando.
—Deja de ser un puto egoísta Taeil, si ambos vamos a la cárcel ¿quién se encargará de proteger a Mark y a Wendy? Tú ya estás jodido, dale la oportunidad a tu hijo de tener a una figura paterna decente y a Wendy una pareja que la haga feliz.
Chantaje emocional, prometió que Mark tendría una gran vida, la vida que él no podría darle nunca, mucho menos desde una cárcel, sí, Xiumin sabía como lograr que los demás hicieran lo que él quisiera, no había estudiado tantos años psicólogía para nada.
Finalmente Taeil lo hizo, se echó la culpa por un delito que no cometió, le confió a su mejor amigo lo más precioso que tenía en su vida, sin saber que estaba dejando a Mark en las manos de un monstruo, un ser sin escrúpulos que convirtió a un hermoso ángel en un penoso y vacío ser.
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Actualidad, corte de la niñez y la adolescencia — Estados Unidos
Una vez más está frente a un juzgado, la jueza acomoda sus lentes mientras Mark mueve nervioso sus manos, a su lado derecho está Xiumin, atrás JongDae, el esposo de Xiumin, dos niños pequeños, John y su mamá.
—Tengo el veredicto final —la jueza deja los papeles que estaba leyendo y se saca los lentes —Mark no irá a una casa de adopción, su custodia pasará a manos del señor Kim.