Serendipia (Vhope, Hopemin)

5. Buenos amigos

[Jin]

*Flashback*

—Necesito que me hagas un favor —le dije a Baek, intentando sonar firme, mientras me sentaba en el sofá que se encontraba a un lado de donde él estaba.

Él se encontraba jugando con su móvil, acostado sobre el sofá de mi departamento. Llevaba un rato ahí sin decirme nada, pero aquello era de todos los días. Siempre venía a mi departamento, sin siquiera avisar, y se comía mi comida o se acostaba a dormir, como si él no tuviera dónde vivir, cuando compartía un departamento mucho mejor que el mío con Namjoon. Aun así, no me molestaba, ya que era bueno tener un poco de compañía, especialmente si era Baek, ya que además de ser un chico divertido, también era muy amable y parecía que sentía la necesidad de cuidar de mí, como si me viera totalmente indispuesto; aunque creía que era porque no tenía a mi familia aquí.

—¿Ahora qué? —preguntó, sin despegar la mirada de su teléfono.

—¡Hace mucho que no te pido un favor! —exclamé, sin entender su reacción.

—¿Y qué pasa con esa vez que te salvé de contagiarte de SIDA? —inquirió, mirándome esta vez.

—¡¿Qué iba a saber yo que esa chica tenía SIDA?! —solté, un poco exasperado.

—Oh, pues que te sirva en un futuro para que no te metas con cualquiera —murmuró, volviendo a su móvil.

—Esto es algo serio —le dije, recuperando la compostura.

—Bien —masculló, apagando su teléfono y sentándose, mirándome atentamente —. ¿Qué pasa?

—Quiero que salgas con Tae —manifesté.

Él, de inmediato, frunció el ceño, como si no hubiera entendido lo que le había dicho.

—¿Disculpa? —preguntó, con la misma expresión en el rostro.

—Que quiero que salgas con Tae —repetí.

—¿Cómo por qué quieres que haga eso? —cuestionó —. Además, no sé si lo sepas, pero Tae tiene novio.

—¿Qué importa que tenga novio? —inquirí —. No puede ser algo que te detenga.

Vi que cerraba los ojos por un momento, como sopesando esa idea, pero supe que estaba molesto por mi proposición, pues la mirada que me lanzó entonces me lo confirmó.

—Para empezar —dijo —, Tae no me gusta, y no hay ninguna razón por la que yo quisiera salir con él. Claro que es un chico divertido y tierno, pero no siento nada por él. Dime, ¿por qué quieres que haga eso? —preguntó, escrutando mi rostro con cuidado, como si buscara una respuesta a su pregunta.

Yo evité su mirada en ese momento, mirando mis manos, intentando buscar las palabras correctas para responderle. Sabía que él reaccionaría de una manera explosiva cuando se lo dijera, pero tampoco podía mentirle; él lo sabría si lo hiciera.

Suspiré, intentando tomar el aire suficiente para lo que le diría a continuación, y entones hablé.

—No estoy listo para ver a Namjoon con nadie más —murmuré, sin mirarlo.

No lo miré porque tenía miedo de su mirada llena de reproche, pero entendía que en algún momento tendría qué hacerlo.

—¿Qué tiene que ver Tae con el hecho de que no quieras que Namjoon esté con nadie? —me preguntó en ese momento.

—Creo que a veces se ponen a coquetear esos dos —aseguré, ante su mirada confusa.

—¿Qué estás diciendo? —preguntó riendo, incrédulo.