28. Complicaciones

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[Hoseok]

Una vez que llegamos a la escuela, nos dirigimos rápidamente hacia la cancha de entrenamiento de basquetbol. Temía no encontrarlo ahí, porque ese era el único lugar que se me ocurría y la paciencia se me estaba terminando.

Jimin sólo era arrastrado por mí, sin poder hacer nada, y desde que bajamos del autobús no había dicho nada, pero aun así no le había soltado la mano. De alguna manera me tranquilizaba el tenerlo cerca, pero aún no entendía por qué.

Entré con rapidez a la cancha, deteniéndome un momento para buscar a Yoongi con la mirada. Vi las pelotas esparcidas alrededor del aro al otro lado de la cancha, pero encontré a mi amigo después de unos segundos, sentando en las gradas, y al parecer tenía compañía. Ni siquiera tuve qué verlo para saber que era Jungkook quien estaba con él.

Solté un suspiro al verlo y comencé a caminar hacia ellos, pero Jimin no lo hizo, así que me detuve, volteando a verlo.

—Creo que volveré a clases —me dijo, soltando mi mano, mirando hacia el suelo.

—¿Estás seguro? Lo acabamos de encontrar, quizás él quiera escuchar palabras de apoyo de tu parte —dije, intentando hacer que se quedara. No quería que se fuera, quería que volviera a tomar mi mano, sin importar lo extraño que se viera.

—Él te necesita a ti, no a mí —murmuró —. Pero en verdad me alegro de que esté bien —dijo después, sonriendo, a pesar de que la sonrisa no le llegaba a los ojos.

—Jimin... —quise insistir, pero el chico me interrumpió.

—Ve con él, Hoseok —me dijo —. Nos vemos luego, ¿está bien? —cuestionó, y se dio la vuelta, sin esperar una respuesta.

Era frustrante no saber qué le sucedía. ¿Por qué actuaba de esa manera? Habíamos estado tan bien.

Sin quererlo, solté un pequeño suspiro y me volteé de nuevo hacia donde se encontraba Yoongi, comenzando a caminar hacia él.

—Creí que no te encontraría —dije, cuando ya estaba cerca de su ubicación.

—¿Por qué me buscabas? —cuestionó él, desviando su atención hacia mí.

Al verlo, noté que sus ojos estaban un poco hinchados, pero parecía bastante tranquilo y, además, estaba sentado muy cerca de Jungkook, quien también parecía estar tranquilo, pero evitaba mi mirada.

—Tu piano está destruido —expuse, esperando una reacción.

Yoongi me sostuvo la mirada, hasta que la desvió hacia el suelo, y luego le lanzó una mirada a Jungkook, quien de inmediato se levantó de su lugar.

—Bueno, yo iré a clases —dijo entonces, pasando a mi lado —. Hasta luego, chicos. —Segundos después estábamos solos, y yo sólo me acerqué a él, sentándome a su lado.

—No digas nada si no quieres. Sé lo que pasó —le dije, suavemente.

—¿Cómo...?

—Hablé con Minho por teléfono, ya que yo mismo no podía localizarte —contesté, sabiendo lo que preguntaría.

Él se quedó callado, sopesando mis palabras, para después soltar un suspiro.

—Soy un pésimo hermano, Hoseok —susurró entonces, sin mirarme.

—No es así —me apresuré a decir.

—Lo soy —insistió —. Él necesitaba apoyo, siempre necesitó de alguien, y yo sólo lo hacía a un lado, intentando protegerme a mí mismo de lo que sucedía en casa —manifestó, con la voz un poco temblorosa, pero no titubeó.

Serendipia (Vhope, Hopemin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora