8. Recién llegado

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[Taehyung]

Nos encontrábamos almorzando Baek, Namjoon y yo. Últimamente, era extraña la ocasión en que Jin y Namjoon estuvieran juntos, o por lo menos a dos metros de distancia. Siempre que lo invitábamos a comer, él ponía una excusa, por lo que casi no lo veíamos por aquí, y sentía que aquello únicamente podríamos atribuírselo a Nam, pues él también evitaba a Jin a toda costa.

La verdad, no entendía demasiado bien qué sucedía, especialmente porque ahora Baek no se separaba de mí, desde aquel día en que me pidió que fingiera que salía con él, y aunque quise averiguarlo un par de veces, él simplemente cambiaba de tema o lo evitaba, pero yo no podía olvidarlo. ¿Por qué a Jin le importaría que yo pasara tiempo con Nam si ellos no eran nada? Pero, si lo pensaba con cuidado, era obvio que había algo entre ellos, aunque no comprendía por qué no simplemente tenían una relación o algo así. ¿Para qué complicarse tanto? Y si la razón del por qué Jin no quisiera tener algo con Nam era muy grave, ¿no tenía solución? ¿No valía la pena intentar estar con la persona que amabas? Fuera como fuera, no sabía nada, y me frustraba un poco no hacerlo, honestamente.

—Oh, este kimchi está muy bueno —murmuró Baek mientras se llevaba un bocado a la boca. En ese momento, mientras comía, volteó a verme, como si hubiera sentido mi mirada, y entonces sonrió, tragando la comida que había masticado —. ¿Quieres probar? —me preguntó, tomando un poco del platillo entre sus palillos.

—Yo tengo en mi plato, gracias —le sonreí amablemente.

Sin embargo, él parecía dispuesto a que comiera lo que me ofrecía, pues su sonrisa no se quitó en ningún momento.

—Vamos, prueba el mío, por favor —insistió, dirigiéndome esa mirada de súplica a la que no podía decirle que no —. Di "ah" —me dijo, acercando el bocado hacia mí.

Yo hice lo que me pidió, sin tener más opción, abriendo la boca mientras él me daba el kimchi. Lo curioso de este lugar era que, a pesar de estar en Japón siempre nos servían comida coreana, quizás para que nos sintiéramos en casa lo más posible. Cuando comencé a masticar, él me sonrió tiernamente, y entonces acercó uno de sus dedos hacia mi boca y limpió la comisura de mis labios, para después llevarse ese mismo dedo hacia su lengua y lamerlo suavemente. Por alguna razón, no pude apartar mis ojos de él entonces, ya que ni siquiera sabía cómo sentirme.

Este tipo de actos se habían repetido la última semana, siempre cuando estábamos frente a Namjoon, y comprendía que era parte de la actuación, pero a veces me sorprendía tanto de lo cariñoso y tierno que podía llegar a ser Baek, porque con nadie más se mostraba de esta manera, ni siquiera con Jin; y a pesar de tener que sentirme incómodo, la verdad es que en cierta forma me hacía sentir ciertamente bien, aunque sabía que estaba mal, especialmente porque no le había comentado nada a Hoseok al respecto, sabiendo que se preocuparía y no quería eso. De todas maneras, no había nadie más a quien yo pudiera amar más que a él, así que no me angustiaba todo esto.

—¿Sabían que la habitación 24 está siendo habitada de nuevo? —inquirió Namjoon en ese momento, rompiendo aquel momento en el que Baek y yo nos habíamos quedado.

—¿La 24? —preguntó mi amigo, arrugando el ceño y con una mirada sorprendida.

—Sí —contestó —, pero no sé quién se está instalando —comentó.

Yo intenté pensar cuál era esa habitación, y dado que yo tenía la número 22, la 24 se encontraba justo al lado de la mía, mientras que Baek y Namjoon tenían la 20 y Jin la 21. La verdad, yo no me había enterado de nada, pero tenía sentido porque me la había pasado todo el día en el salón de recreación con Baek jugando videojuegos y hasta el momento no había vuelto a casa.

Serendipia (Vhope, Hopemin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora