[Jimin]
Le había dicho a Hoseok que hoy tenía algunos asuntos pendientes qué atender... Bueno, en realidad le había dicho la verdad, sabiendo que entendería, y me contestó de lo más amable, diciendo que no me preocupara, que él inventaría algo para los niños a los que yo enseñaba. Después de agradecerle mil veces, me dirigí hacia la cancha de básquetbol, donde esperaba ver a mi hermano y a Yoongi, pero sólo estaba el segundo, jugando solo.
Al principio no se percató de mi presencia ahí, pues estaba de espaldas a mí, sino que siguió jugando y encestando en solitario, mientras yo me quedaba maravillado por la pasión que despedía al jugar, como si en verdad estuviera en un partido.
Él encestó un par de veces antes de voltear hacia mí, respirando rápidamente y con el cuerpo sudado, después de su partido imaginario. Al verme, sonrió instantáneamente y comenzó a acercarse hacia mí, mientras yo hacía lo mismo.
—Jimin —dijo mi nombre sin deshacer su sonrisa, cuando ya estábamos frente al otro, en medio de la cancha, jugando con la pelota entre sus manos —. ¿Qué haces aquí? —cuestionó amablemente.
—Te vi jugando solo y creí que tal vez necesitabas un jugador más —le dije, en un tono coqueto, mientras le arrebataba la bola de las manos, suavemente.
—¿Juegas? —preguntó, enarcando una ceja.
—Podría intentarlo —me encogí de hombros.
—Bien, intenta encestar entonces —me dijo, comenzando a caminar hacia la canasta que yo tenía detrás de mí.
Al voltear a verlo, observé cómo es que se ponía como guardián de la canasta y me sonreía maliciosamente. La situación me hizo sentir nervioso, porque ya había jugado basquetbol antes con Jungkook y era realmente malísimo, aunque él siempre me decía que no importaba, porque yo era bueno en muchas cosas. Él era genial reconfortándome, muchas veces.
—¿Listo? —me preguntó él.
Yo asentí y comencé a botar la pelota frente a mí, sin moverme todavía. No quería hacer el ridículo frente a Yoongi, y que me mirara tan atentamente empeoraba mis nervios. Sin embargo, a pesar de eso, comencé a trotar hacia él, sin dejar de botar la pelota, pero él intentó quitármela, a lo que yo lo esquivé torpemente, y aventé la bola hacia el aro, pidiendo suerte para que cayera dentro. Ni siquiera se acercó, ya que botó en el tablero del canasto y cayó al otro lado de la cancha.
—Nada mal —murmuró él mientras caminaba por la pelota, pero escuché que se reía por lo bajo.
—Nunca dije que fuera bueno jugando —me quejé, haciendo un puchero.
—Me esquivaste bien —dijo, volviendo con la bola —, pero quisiste encestar sin pensarlo, no hiciste tus cálculos. Es normal en jugadores primerizos.
No pude evitar sonreír ante sus palabras, y entonces sentí cierto calor subir a mis mejillas.
—¿Quieres intentar otra vez? —cuestionó, posicionándose frente a mí.
—Una vez más —contesté, tomando la pelota de sus manos.
De nuevo, fui hacia el centro de la cancha, mientras él se posicionaba frente a la canasta. Hice lo mismo que antes, pero no pude esquivarlo esta vez; sin embargo, no me quitó la pelota, y pronto me alejé, hacia una de las esquinas. Él me miraba, entonces, con ojos inteligentes, perspicaces, como si intentara averiguar mi siguiente movimiento, pero de todas formas sonreía divertido. Yo miré a la canasta y luego a él y me pregunté si podría encestar desde ahí. Ni siquiera quise intentarlo, y comencé a botar la pelota frente a mí, con el fin de posicionarme frente a la canasta. Pareció que él no hizo ningún esfuerzo en pararme, así que llegué a mi objetivo, pero cuando iba a lanzar, él llegó, poniéndose detrás de mí e intentando quitarme la pelota. Su pecho estaba de lleno pegado a mi espalda, y sus brazos estaban envolviéndome en un abrazo estratégico, como si supiera que no podría moverme demasiado de aquella manera y esa fuera su meta.
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Serendipia (Vhope, Hopemin)
FanfictionHoseok y Tae prometieron que volverían a estar juntos, después de que el menor tuviera que irse a Japón por conflictos familiares. El problema es que Hoseok, gracias a su mejor amigo Yoongi, conoce a los hermanos Park, quienes entrarán en las vidas...