19. Mejores amigos

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[Jungkook]

Me encontraba llegando a casa, después de haber pasado casi toda la madrugada en la fiesta. Si era honesto, no había planeado llegar a esta hora a casa, sino que pensaba volver en cuanto la droga se me acabara, pero hubo un súbito cambio de planes. En primer lugar, después de haber tenido sexo con Yoongi, me sentí tan en paz conmigo mismo que me costaba siquiera pensar en levantarme de la cama de Zico, así que sólo me quedé mirando el techo de la habitación...

Aunque claro, eso terminó cuando el mismo anfitrión de la fiesta llegó y comenzó a reprenderme por estar ahí, diciendo que estaba prohibida la entrada (justo como Yoongi había dicho), y que la fiesta se había terminado ya. Yo simplemente me levanté y comencé a irme, pero él me detuvo, diciendo que como castigo le ayudaría a limpiar el desastre de la fiesta.

Así que ahí estaba yo, depositando los vasos rojos de plástico y las latas y botellas de cerveza en una bolsa negra. Afuera aún estaba oscuro y mi móvil estaba descargado, por lo que no podía ver qué hora era.

—¿Sabes qué hora es? —le pregunté a Zico una vez que terminé de juntar toda la basura.

—Son casi las cuatro de la madrugada —me informó.

Yo suspiré, pensando en la caminata que me esperaba hasta mi casa.

—Te he visto aquí antes, así que sé que no eres nuevo —me dijo él entonces, antes de irme —. Sabes las reglas; además, parecía que no estuviste solo mientras te drogabas, porque la cama estaba hecha un desastre. ¿Quién estaba contigo? —cuestionó, seriamente.

—Era Yoongi —le dije —, él me invitó a tener sexo en la habitación —mentí, como si fuera lo más normal del mundo.

—¿Min Yoongi? —se extrañó, como si no se lo esperara.

Yo asentí.

—¿Entonces ustedes son pareja o algo así? —cuestionó.

—Ugh, no, qué asco —solté con desagrado, cosa que lo hizo reír.

Después simplemente me dejó ir, así que de esta manera había llegado a casa, en una caminata de casi una hora y media.

Seguía oscuro, por lo que supuse que mis padres y Jimin seguirían durmiendo... ah, no, Jimin se había quedado en casa de Hoseok la noche anterior, lo había olvidado.

Al llegar a casa, intenté ser lo más cuidadoso que pude mientras entraba, quitándome los zapatos para no hacer ningún tipo de ruido. Afortunadamente, llegué a mi habitación sin contratiempos y me acosté en mi cama tal como estaba vestido. Me sentía lo suficientemente exhausto como para siquiera cambiarme de ropa. Eso podría hacerlo después, y también darme un baño, ya que sabía que olía a marihuana, a alcohol y a sudor.

Me quedé dormido casi de inmediato, pero después de un rato, cuando mi habitación ya se encontraba iluminada por el sol en el exterior, me despertó cierto movimiento en mi cama que yo no había provocado. Aquello me hizo abrir los ojos, y justo entonces sentí unos brazos estrechándome con cariño, y supe que era Jimin al sentir aquella calidez tan familiar de su cuerpo junto al mío.

—Perdona, ¿te desperté? —cuestionó, mirándome atentamente.

—Sí, pero no importa —lo tranquilicé, estrechándolo a mi lado cómodamente.

Sentía una sensación de paz justo entonces, como si no necesitara nada más, a pesar de que mi cabeza doliera un poco. Sin embargo, a pesar de que me sintiera bien, percibí que, por la manera en la que me abrazaba, algo malo le sucedía, ya que siempre solía abrazarme de aquella manera cuando se encontraba pensando mucho en algo o cuando simplemente estaba triste.

Serendipia (Vhope, Hopemin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora