25. Más problemas

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[Hoseok]

Después de lo sucedido con Jimin hoy, no tenía ánimos de nada. Yoongi estaba en mi habitación, durmiendo, ya que no quería volver a casa y yo no pensaba dejar que lo hiciera hasta que las cosas se calmaran por lo menos un poco. Todos estos problemas me preocupaban, porque no había demasiado que yo pudiera hacer al respecto; no podía cambiar a la familia de Yoongi por una menos disfuncional, y tampoco podía hacer que Jimin dejara de sentir algo por mí. Las cosas eran un desastre y no me sentía muy bien.

Era de noche, y aunque Yoongi había caído como una roca en la cama, yo no podía dormir. Todo se estaba mezclando en mi cabeza y sabía que no podría descansar a gusto hasta no tener una solución. Simplemente miraba al techo, mientras escuchaba la calmada respiración de Yoongi a mi lado. Lo volteé a ver y sentí que se veía tan... tranquilo. Ya sabía por qué le gustaba dormir tanto, y es que probablemente ahí encontraba la calma que le hacía falta despierto.

Inevitablemente solté un suspiro y volví a mi postura inicial, con la cabeza en dirección al techo. Mientras seguía torturándome con mis propios pensamientos, recordé que por la tarde no hablé demasiado con Tae, sólo por mensajes y ni siquiera nos dijimos mucho. Sabía que la estaba pasando mal por lo de Baek y me sentía culpable por no estar ahí para él.

Vi la hora en el reloj de la mesita de noche y pensé que quizás no se había dormido todavía. Igual, no perdía nada marcándole, y si contestaba, su voz seguramente me calmaría, y eso era suficiente para mí como para levantarme de la cama y tomar mi móvil y acercarme a la ventana mientras marcaba su número.

Sonó tres veces antes de que contestara con una voz no muy animada.

¿Hola? —dijo.

—Hola, Tae —lo saludé, con el mismo tono de voz que él utilizaba.

¿Pasa algo? —preguntó, dudoso.

—Pasa que no estás aquí conmigo —le dije, y sentí que algo dolía dentro de mí por eso.

En ese momento, el soltó un largo suspiro.

—¿No fue un buen día? —cuestioné.

No —me dijo —. Ni siquiera puedo dormir. Nada está saliendo bien.

—Concuerdo contigo —lo apoyé —. Todo es una mierda.

¿Qué pasa por allá? —preguntó entonces —. Hoy en la tarde dijiste que Yoongi estaba contigo, y eso fue todo.

—Tuvo una especie de pelea con sus padres —le dije —. No quiso volver a casa, así que está durmiendo aquí. Me mata no poder hacer nada por él y no tener las palabras adecuadas para decirle. Es frustrante.

Estás ahí para él, y eso es lo que importa —dijo suavemente —. Por lo menos él te tiene a ti.

—¿Y Baek? —le pregunté, sabiendo que su mención le afectaba un poco.

Baek me cambió —susurró.

En ese momento nos quedamos en silencio los dos. No sabía qué decirle porque ni siquiera sabía muy bien a qué se refería, pero sí sabía el porqué de ese distanciamiento; estaba seguro, a Baek le gustaba Tae y la única solución que pudo tener fue alejarse por su propio bien, tal como había hecho Jimin. Era irónico que estuviéramos en situaciones similares con nuestros amigos, aunque la diferencia es que Tae estaba solo y yo por lo menos podía contar con Yoongi ahora que Jimin se había alejado, aunque no lo sabía, porque Yoongi ahora tenía muchos problemas y cosas en qué pensar; no quería angustiarlo con mis asuntos.

Serendipia (Vhope, Hopemin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora