3. Noche excepcional

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[Yoongi]

Como era de costumbre, me encontraba en una fiesta. Estar en casa un sábado por la noche no me apetecía demasiado, además de que todavía eran vacaciones, así que no debía preocuparme por nada más que llegar a casa sano y salvo, esperando que mis padres se creyeran la mentira de siempre: que me encontraba en casa de Hoseok. Una de las ventajas de que fuéramos mejores amigos, era que ellos ya lo conocían, y dado que él nunca fue de estar metiéndose en problemas o de salir a fiestas muy seguido, les caía bien y me dejaban hacer lo que quisiera, siempre y cuando dijera que estaba con él, pues sabían que si estábamos juntos, yo no me metería en problemas.

De todas formas, aunque siempre lo invitaba a las fiestas a las que asistía o a los lugares que frecuentaba (que por cierto no eran buenos lugares, y eso lo sabía por cuenta propia, pero me parecía interesante estar ahí), siempre se negaba a acompañarme, alegando que prefería estar en casa que arriesgar su vida en ese tipo de lugares. A pesar de que creía que era un poco exagerado con ello, la verdad es que lo admiraba, porque él no estaba metido en la misma mierda que yo, y me aliviaba que fuera así. En cierta forma, sentía que él era quien traía paz y tranquilidad a mi vida, por eso era mi mejor amigo.

En fin. Esta fiesta no era nada del otro mundo. Sólo era una casa donde había alcohol, droga y aperitivos, y algunas personas teniendo sexo en cualquiera de las habitaciones de la casa; nada nuevo. Me había invitado Zico, el propietario de la casa, a quien conocí en un evento de rap callejero hace casi un año. Solía hacer este tipo de fiestas cada mes, y era un muy buen anfitrión, además de que su estilo era genial.

Sobre el ambiente sonaba el rap más pesado y cínico que se pudiera imaginar, y en la atmósfera se podía oler a marihuana y a impureza; mientras que desde una de las habitaciones podían escucharse gemidos de placer de una chica que seguramente estaría siendo penetrada fuertemente por algún estúpido de por ahí. Todo eso equivalía a estar en un lugar de la mierda, pero para mí era como estar en casa, ya que prefería mil veces estar en lugares así que estar en mi propia casa, con mi familia, donde mis padres se pelaban siempre y nos hacían fingir a mi hermano y a mí que en realidad no sucedía nada.

Yo me encontraba sentado en uno de los sofás de la sala de estar, con un vaso con cerveza sobre una de mis manos, charlando con Jaebum y un chico que decía llamarse Kai, a quienes había conocido apenas una hora antes. Recordaba haberlos visto antes en alguna que otra fiesta, pero jamás les había hablado; sin embargo, ambos eran muy agradables y simpáticos.

En ese momento, me encontraba hablando con ellos acerca de nuestras vidas, y hasta parecía una competencia de quién de los tres tenía la vida más mierda.

—Mis padres ni siquiera me hablan —decía Kai —; se fueron hace un año y me dejaron a cargo de mi abuela, quien por cierto es una anciana bastante escandalosa y mandona.

—Por lo menos estás a cargo de alguien —se quejó Jae —, en mi caso soy yo quien debe cuidar a mi hermana menor, sin ayuda económica de nadie.

—¿Estás diciendo que este punto te lo llevas tú? —le pregunté.

—Exacto —dijo, sonriendo triunfante.

Kai y yo sólo atinamos a reír un poco, y entonces levanté mi vaso, y ellos me imitaron.

—Yo quiero brindar por JB y su vida de mierda —dije, intentando sonar como si estuviéramos en una fiesta de gala o algo parecido —. Para que en el futuro sea menos mierda de lo que es ahora. Salud.

—Salud —repitieron los otros dos al unísono.

Fue entonces que chocamos nuestros vasos, y tomamos un gran trago. Aun no estábamos muy borrachos, y yo de hecho me sentía genial. Sin embargo, ese era el último trago de mi bebida, por lo que opté por levantarme de mi asiento para ir por más. Hacía tiempo que no me divertía tanto con alguien en una fiesta; tanto, que ni siquiera estaba pensando en tener sexo con nadie, lo cual ya era una buena señal.

Serendipia (Vhope, Hopemin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora