Serendipia (Vhope, Hopemin)

12. Duro entrenamiento

[Jungkook]

—¿Te encuentras bien? —me preguntó Yugyeom, mirándome con el ceño fruncido, mientras tragaba un poco de sus fideos.

—Claro —le dije, sonriendo —. ¿Por qué lo preguntas? —cuestioné.

—Pareces cansado —respondió.

—Sí, como si no hubieras dormido bien —concordó Bambam, quien estaba en medio de ambos.

Yo me quedé pensando un momento en ello, pero no quise decirles la verdad. La cuestión era que últimamente me había esforzado mucho para aprender a jugar baloncesto, ya que Yoongi era un total horror. Siempre me gritaba insultos o me trataba como si fuera una basura, además de que parecía que todo aquello le divertía. No quería que me siguiera enseñando después de clases, así que me había propuesto aprender todo lo que pudiera yo mismo, mirando partidos de baloncesto y practicando mucho en mi casa. Ahora, se me veía cansado porque me quedaba practicando hasta tarde, y aunque Jimin me decía que no debía sobre esforzarme, no quería hacerle caso, convencido de que quería que las tutorías con Yoongi terminaran lo antes posible.

Por supuesto que yo me rehusaba a darle el gusto de verme débil, así que siempre intentaba regresarle los insultos, aunque estaba clara la desventaja que yo tenía sobre él porque se suponía que era mi superior, además de que, al final de cada tutoría, siempre proponía jugar conmigo para verificar si estaba mejorando o no, pero todavía no había podido ganarle, lo cual me frustraba.

Por lo menos, creía que el hecho de que nos hubiésemos olvidado de nuestro asunto de la fiesta estaba más que bien. Honestamente, había creído que el ambiente sería extraño después de todo eso, pero no era así en lo absoluto, aunque tampoco podría decir que era agradable; se trataba sólo de la relación que teníamos como tutor gruñón y alumno superdotado.

En este momento, nos encontrábamos en la cafetería, almorzando. Como era de costumbre, estábamos bromeando un poco mientras el tiempo se nos pasaba, o ellos de repente compartían alguno que otro chisme conmigo, los cuales aún me intrigaba cómo es que se enteraban de esas cosas.

Fue entonces que Yugyeom se quedó mirando hacia la entrada del comedor, cosa que nos hizo voltear a Bambam y a mí también.

—Oh, los capitanes del equipo —murmuré yo, viendo a Kihyun y a Shownu entrando, tomados de la mano.

—Los señores populares —dijo Bambam, sin dejar de verlos.

—¿En serio se les llama así? —le pregunté.

—¿No sabes que son novios? —me cuestionó, frunciendo el ceño.

—Sí, pero no es como si sea importante —me encogí de hombros.

Ante mis palabras, Yugyeom y Bambam compartieron una mirada cómplice, como si pensaran que era un chico estúpido.

—Son la pareja más popular de toda la escuela —manifestó Yugyeom —, no sólo porque ambos forman parte del equipo de baloncesto, sino también porque ambos son brillantes.

—Además, vienen de las mejores familias de Seúl —le siguió Bambam —. Dicen que el padre de Shownu es un ejecutivo súper importante que trabaja con empresas bancarias de todo el mundo, y los padres de Kihyun tienen contacto con corporaciones extranjeras y las compran o algo por el estilo.

—El caso es que sus familias son muy adineradas —concluyó Yugyeom.

—También, desde que ingresaron a esta escuela, han ido a concursos académicos de todo tipo: científicos, matemáticos, de lengua, de historia... Y siempre han ganado. Si no es uno, es otro —expuso Bambam.