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Esta historia es un borrador. Me disculpo si encuentras errores o cosas raras. Empecé a escribirla esperando absolutamente nada, sin planes, solo por diversión. Estoy editandola en manuscrito para que sea la mejor versión posible. ¡Gracias por tu comprensión! 


CUIDADO CON EL HECHIZO CASH



—Aquí en Tagus no confíes en nadie, ten cuidado con lo que haces y ten cuidado de quién te ve haciéndolo.

Tremenda bienvenida, ¿no?

Pues ni siquiera le di importancia, je.

En ese momento, ese primer día, era la típica chica nueva y deslumbrada. La fascinación cosquilleaba en mi cuerpecito flaco. No podía dejar de mirar el entorno. El pasto era verde y limpio. El campus estaba vigilado por un cielo azul. Filas de edificios de apartamentos flanqueaban una calle por la que circulaban bicicletas e incluso carritos de golf. En serio, nada se quedaba corto. La universidad Tagus parecía una moderna y estilizada mini ciudad. ¿Quién no querría estudiar ahí? 

—Es normal que estés asustada porque todo es enorme y nuevo —añadió Artie, la chica me había hecho la advertencia— pero por suerte quedaste conmigo y no con alguien peor.

Pestañeé. 

—Ah, ¿es que hay personas peores? 

Artie disimuló un gesto.

—Ni te imaginas lo que puede haber aquí...

Bueno, ella sería mi compañera de apartamento durante ese año y se había ofrecido con amabilidad a darme un pequeño tour apenas abrí la puerta. No se veía como alguien mala. Desde que salimos del edificio no había parado de soltar consejos sobre cómo no fracasar en asuntos sociales, cosa que al parecer era más importante que respirar correctamente.

—¿Cómo dijiste que era tu apellido? —me preguntó.

No lo había dicho.

—Derry.

—¿Es importante en algún lugar? —preguntó también, algo curiosa—. Porque normalmente los círculos sociales ya vienen armados, y si no conoces a nadie, decir algo sobre tu familia ayuda mucho.

Pues mi familia era importante en la silenciosa, oscura y despoblada: ninguna parte.

—No, no tengo nada que decir sobre ellos —aclaré con simpleza.

—Ay, qué mal, siempre es más fácil así, en serio. 

A pesar de que eso me hizo intentar adivinar cuán difícil serían las cosas, no estaba asustada. Ni siquiera estaba nerviosa. Ya tenía la leve impresión de que me enfrentaría a un mundo Gossip Girl (o chica indiscreta) porque mientras caminábamos no había visto ni una cara fea u agradable, a nadie mal vestido y mucho menos ningún auto viejo o medio rayado. Solo chicos y chicas antinaturales, sin granitos, sin miserias, sin preocupaciones, sin defectos físicos, como engendrados por dioses y ángeles calenturientos.

Creo que Artie era la única que lucía sencilla y amable con su chaleco de lana, jeans, zapatillas planas, gafas rectangulares y el cabello negro recogido en una coleta alta.

—Como sea, si sigues los consejos que te di, vas a sobrevivir en Tagus —siguió ella. 

No me acordaba ni de la mitad de lo que ella había dicho, pero ya me había despertado cierta intriga.

Perfectos Mentirosos © [Completa✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora