Perfectos Mentirosos © [Completa✔️]

21 - Segunda parte

*El capítulo es largo, lo aviso, pero no los va a decepcionar, lo aseguro.

21
Segunda parte

¡Bienvenidos a la feria anual del Instituto Tagus!

Me llamo Jude Derry y hoy seré su guía. Por favor ajústense las bragas, cierren las piernas y no rían escandalosamente mientras hacemos el recorrido.

Si esperabas algo tipo puestos de comida y stands colocados en las aceras, subestimaste la capacidad de derroche de los alumnos y el directivo de la institución más snob del estado. Miremos mejor:

Había luces por todos lados. Los puestos eran casetas elaboradas con madera desde la que colgaban carteles pintados de formas muy creativas. Habían montado una tarima para que algunas bandas tocaran, y la música resonaba en cada rincón gracias a los enormes amplificadores instalados por toda la feria.

Y si no estabas cerca de la tarima, ¡no te preocupes!, unas pantallas situadas en sitios estratégicos te permitían ver las bandas desde cualquier lugar en el que estuvieras parado. Como plus, al menos seis chicos del área audiovisual sostenían cámaras profesionales para grabar y transmitir a través de las pantallas. También había una rueda de la fortuna, carros chocones, gente con sombreros festivos y un gigantesco y loco personaje disfrazado de ornitorrinco que iba moviendo la pelvis por todos lados como si se follara a cualquiera. Lo peor era que daba risa.

Adrik, Artie, Aegan y yo nos bajamos de los autos casi al mismo tiempo. A Adrik no le causó nada la idea de que fuéramos en combo, de hecho, antes de darme cuenta se perdió de vista con Artie. Entonces Aegan y yo empezamos a caminar por la feria. Apenas dimos un paso, como siempre, comenzó a acercarse la gente que lo conocía.

Aegan empezó a estrechar manos, palmear espaldas, sonreír con encanto y hablar sobre su padre del cual al parecer estaba astronómicamente orgulloso. Como ninguna de esas personas prestó atención a mua, me desvié para comprarme un algodón de azúcar. Luego volví a caminar junto al hombre más solicitado de Tagus.

—Este es tu último año —le mencioné a Aegan apenas nos dejaron solos un rato—. ¿Qué harás luego? Si no está prohibido preguntar esto también...

Aegan lanzó un saludo con la mano a no sé quién. Ni la reina de Inglaterra había saludado tanto en su vida.

—Apenas salga trabajaré junto a la campaña de mi padre —respondió con la simpleza de quien tenía todas las oportunidades del mundo y ni siquiera le era necesario aprovecharlas.

—¿Entonces qué haces aquí en Tagus? —pregunté, algo confundida.

Aegan se hinchó de suficiencia. La energía que irradiaba repelía mi amargura habitual. Estaba a punto de alardear, lo sospeché.

—Es una tradición de los Cash venir a Tagus. Mi bisabuelo, mi abuelo, mis tíos y mi padre vinieron —aclaró con la voz cargada de orgullo. El tono en que decía "padre" daba la impresión de que era el hijo favorito de ese hombre—. Después me miró con la agilidad y la malicia de un enemigo inteligente—. Solo que ellos salieron de aquí para terminar de formar una carrera. Yo quiero ser político, y para eso no necesito estudiar nada, solo ser astuto.

—¿Has sido astuto hasta ahora? —inquirí, algo interesada por lo primero que él mismo me revelaba de su vida.

Aegan ensanchó la perfecta sonrisa de ganador. Los hoyuelos de Lucifer se marcaron en su cara. Quise echarle un balde de ácido porque joder, ser tan atractivo y tan malo en la vida no debía ser posible ni justo.

—Mira a tu alrededor —indicó, como si fuera más que obvio. Sus brazos extendidos hicieron referencia al mundo entero—. ¿Quién aquí no me conoce? ¿Quién no diría que soy un gran tipo? Mi abuelo y mi padre han sido inteligentes, pero no lo suficiente. Yo vine a Tagus a dejar una huella que me servirá en el futuro. Cada persona que se detiene a saludarme, cada persona a la que yo me detengo a saludar, es un apoyo.