Los Perfectos Mentirosos
Confieso que esta historia debió finalizar justo en el momento en el que Aegan me dejó en la isla, porque así tenía que terminar yo: abandonada, sola y miserable.
Pero también confieso que en realidad hubo muchos finales para mí, e incluso hoy, en este momento en el que escribo, la historia no ha terminado.
Por esa razón se me hizo difícil seleccionar un cierre. A mí me gusta este que voy a contarte porque el hecho de que Aegan se fuera marcó el final de las mentiras. El problema fue que dio inicio a mi exilio, en donde también sucedieron muchas otras cosas... especiales.
Una de ellas fue darme cuenta de lo peor que hice durante toda esta historia (además de todas las mentiras, las estupideces, las impulsividades y los errores, claro, je, je). Me di cuenta de que mi más grande error fue confiar en ellos en esos últimos momentos, porque, ¿sabes qué hicieron?
Me dejaron pudrirme en esa isla.
Suena feísimo, pero así debía ser, ¿no te parece? Si lo piensas a fondo, no había otro destino para mí.
Pero vamos por partes, McFly.
Sé que después del video todo pareció resumirse a: ¿Aegan o Adrik? Sé que incluso a ti, justo ahora, debe parecerte que todo es de esta forma: que si debía escoger al que siempre se portó bien conmigo o al que siempre se portó mal; que si debía querer al que me dijo palabras bonitas o al que no tuvo pelos en la lengua para encararme; que si tenía que buscar al que parecía tóxico o al que resultó tener sentimientos confusos...
¿Adrik? ¿Aegan? ¿Aegan? ¿Adrik?
Basta. No pienses en eso. Jamás se trató de elegir a alguno. Nunca se trató de con cuál me iba a quedar. Esta historia era venganza, errores, estupideces, secretos y mentiras. Era la historia de Henrik hasta que se la cortaron de forma prematura, y luego solo fue la historia de la hermana menor de Henrik que quiso hacer justicia porque se creía, no lo sé, ¿Rambo?
Así que ante uno y otro, la respuesta es: ninguno.
Me quedé con la vieja y confiable soledad.
Y antes de que explotes, te enojes o tu cerebrito saque un montón de conclusiones raras, te voy a explicar el porqué.
Primero, porque no podía olvidar de un segundo a otro las cosas que Aegan me había hecho. A lo mejor había actuado así para cumplir sus objetivos, sí, y a lo mejor se había disculpado, pero los actos tienen consecuencias, y las consecuencias de los suyos me hicieron sentir mucho odio hacia él. Y aunque dicen que del amor al odio hay un solo paso, yo sentía que entre Aegan y yo todavía había kilómetros de distancia y de rabia contenida.
Vi su video, me alegró que hubiera una posibilidad de ser amigos, pero no sentía nada romántico por él. Es decir, ¿cómo podía amar a alguien a quien había odiado durante años, solo por una declaración repentina? Digo, no era imposible perdonar, olvidar y continuar, pero ese tipo de sentimientos alternos no eran algo que pudiera nacer de la noche a la mañana.
En cuanto a Adrik... pues él siempre le había pertenecido a Melanny. A lo mejor siempre fue bueno conmigo, sí, y a lo mejor al final se había arrepentido, pero no puedes pretender ir por la vida asegurándole a una persona que le quieres y luego, de repente, escoger a alguien más como si todo lo que sucedió antes no importara en lo absoluto. Se llama "jugar con los sentimientos" y afecta, duele, cambia, destruye.
No voy a mentir, estaba enamorada de él de una forma casi asfixiante, pero no pretendía aceptar sus disculpas para que intentáramos algo que iba a ser una farsa durante todo el tiempo que le tomara superar sus sentimientos.
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Perfectos Mentirosos © [Completa✔️]
Teen FictionRecién llegada a la elitista universidad Tagus, Jude Derry descubre que ahí todo gira alrededor de las fiestas, los chismes, los ligues y sobre todo de tres atractivos hermanos que son famosos por su influyente apellido: Cash. Son burlones, astutos...