Perfectos Mentirosos © [Completa✔️]

CAPÍTULO EXTRA

Notita: ¡aquí Alex después de siglos! quiero disculparme por mi tardanza y como quiero hacer esta nota corta para que disfruten del extra, les pido que vayan a la nota que publicaré como "anuncio importante" aquí en la historia, porque  para quienes aún no saben, Perfectos Mentirosos ha salido como libros en físico gracias a Wattpad y a Penguin Random House, y les hablaré de esto allí. Los amo mucho ❤️) 

Advertencia: este capítulo contiene escenas +18 entre dos chicos. No debería estar diciendo esto, pero por si a alguien no le gusta, solo por favor abandonen el cap. Comentarios sin peleas. Amo a la comunidad LGBTQ+ y siempre me gusta incluirlo en mis historias, espero que haya respeto así como yo lo estoy mostrando al hacer esta advertencia. ❤️

ALEIXANDRE

(Sucesos ubicados cinco meses después del final de la historia, mientras Jude está escondida y lejos de los Cash).

Aleixandre Cash había pasado toda su vida tratando de ser el chico perfecto

Pero... no era perfecto en lo absoluto.

De hecho, estaba tan lleno de errores y defectos que solía recurrir a muy malos métodos para ignorarlos. Lo de ahora era emborracharse e ir a fiestas. Obviamente tenían mucho de lo que ocuparse en esos momentos: el encarcelamiento de Regan, el futuro juicio de su padre, conseguir la forma de que Jude no se quedara para siempre en la isla, pero precisamente todas esas cosas abrumaban a Aleixandre hasta un punto en el que su único escape eran los métodos fáciles.

Esa noche había ido a una fiesta y había bebido tanto que tardó casi diez minutos en encajar la llave en la cerradura de la puerta del apartamento. Cuando logró abrirla, la puerta se expandió de golpe y él se fue de boca contra el suelo como un estúpido monumental. De haberlo visto alguien se habría reído por tres años.

Aleixandre respiró un momento con la cara aplastada contra la alfombra. Aquel sitio no era el campus de Tagus, porque habían paralizado sus estudios hasta que todo se estabilizara y se habían ido de allí, pero era un edificio decente en la ciudad que podían compartir los tres. Sin embargo, lo odiaba. Se sentía lejos de su territorio, se sentía diminuto y se sentía en peligro.

Últimamente estaba sintiendo demasiado. Necesitaba más alcohol.

Se levantó con el valor de un ebrio y a pesar de que el mundo desde sus ojos daba mil vueltas, caminó hasta la cocina. Apenas entró, tuvo que apoyar la mano en la pared más cercana y parpadear con fuerza varias veces para detallar la silueta que estaba parada frente a la pequeña isla.

Aleixandre frunció el ceño.

—¿Owen? —le preguntó con una extrañeza exagerada.

Owen giró la cabeza hacia él con la rapidez de alguien pillado en pleno acto indebido.

—¿Aleix? —preguntó también, estupefacto.

—¿Qué demonios haces aquí? —inquirió Aleix, el triple de confundido.

—¿Tú qué haces aquí? —replicó Owen, desconcertado—. ¿No ibas a estar de viaje con Aegan y Adrik?

Bueno, sí, pero al final había decidido quedarse con excusas bobas solo para poder emborracharse. Era mejor que viajar con los insoportables de sus hermanos.

—Me quedé por... —Aleixandre se interrumpió y hundió más las cejas al darse cuenta de algo—. ¿Aprovechas cuando nos vamos de viaje para venir a comerte nuestra comida?

Owen estaba ahí parado con un pan de sándwich en una mano y un cuchillo en la otra. En frente, sobre la isla, había un frasco de mermelada, queso, una lata de Coca Cola y galletas. En pocas palabras: había estado comiendo.