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Algunos no saben nada

Mientras que otros lo saben todo


Jamás había despertado con una sensación tan horrible como la que me abordó esa mañana de sábado.

Además de que me dolía el cuerpo, de que no quería moverme y mucho menos abrir los ojos y enfrentar el mundo, todo empeoró cuando vi el mensaje de Aegan por WhatsApp:

Nos vemos a las diez en el club.

¿No te ha pasado que haces una cosa y apenas te das cuenta de todo lo que se desencadena por esa simple acción, no te explicas por qué carajo lo hiciste sin pensar un poco en las consecuencias?

Bueno, no me preguntes por qué razón busqué a Adrik la noche anterior. No sabría qué responderte. Fue como si mis actos se desconectaran de mi cerebro. Sí, le dije tales cosas (innecesarias, por cierto) y luego nos besamos efusivamente mientras que casi nos desnudamos en el sofá. Eso hasta que una chispita de consciencia me gritó: "¡¡¡NO LA CAGUES MÁS!!!", porque solo diosito santo sabía cuánto me costó detenerlo e irme.

Después llegué al apartamento y tuve que entrar con mucho cuidado para no despertar a Artie y que no me viera en ese estado, vistiendo la ropa de Adrik. Finalmente me encerré en mi habitación y escondí la ropa debajo de mi cama para que ella no la viera hasta que la devolviera.

La idea de devolverla también me ponía mal. ¿Ahora cómo demonios fingiría que no había pasado nada? ¿cómo me plantaba frente a Aegan y al mismo tiempo le miraba la cara a Adrik? ¿y si me exigía respuestas? ¿Qué le diría?

"Escucha, Adrik, no puedo estar contigo de ninguna forma posible porque mis planes son distintos".

"¿Y cuáles son tus planes?" preguntaría él.

Entonces yo respondería: bueno nada, destruir a tu hermano...

Si Adrik me escupía un ojo, tendría toda la razón del mundo.

La culpa me palpitaba en el cuerpo, aunque también había que ver todas las perspectivas. Adrik sabía que yo "salía" con Aegan. Aun besándonos en el sofá, aun admitiendo que no quería dejar de tocarme, él estuvo consciente de ese detalle. Así que en algún mundo paralelo en el que yo de verdad hubiera estado enamorada de Aegan, ambos lo habríamos traicionado.

Gracias a los dioses que no estábamos en ese mundo.

Supongo que ahora lo que quedaba por hacer era ignorarlo todo, ¿no? Trazar una línea entre Adrik y yo, mantenerme lo más a raya posible. O al menos intentarlo...

Me bañé y preparé. Al ver a Artie esa mañana, me sentí peor. Ella confiaba en mí. ¿Y yo qué hacía? Casi me acostaba con el chico que, innegablemente, le gustaba. Lo peor era que también sabía que Adrik no sentía nada por ella y todavía no tenía el valor de decírselo. Empecé a considerarme la peor de las ratas. De hecho, empecé a considerar ciertas cosas... pero por los momentos no podía echarme a morir.

Recurrí a la vieja confiable: fingir que todo estaba bien, que nada había pasado.

Salí con Artie del apartamento y juntas fuimos al club. Cuando llegamos nos indicaron que había barra especial y comida, así que pasamos directo al área de la piscina. Por suerte pocos llevaban traje de baño, así que no desentonamos con nuestros shorts y camisas sencillas.

En una mesa redonda con una enorme sombrilla de paja ubicamos a Aleixandre, Owen y la supuesta novia de Aleixandre (esa chica que lo había acompañado en la fiesta). Adrik no estaba y agradecí por eso. Quizás no se reuniría allí con nosotros o quizás daba clases en ese momento. Esperé que estuviera lo suficientemente ocupado como para no presentarse.

Perfectos Mentirosos © [Completa✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora