Cicatrices (Guido Sardelli) {Editando}

Capítulo 74

[Día antes del casamiento-18:30hs]

Narra Lourdes

L: Amor, me preparo y voy a buscar el vestido.
G: Ok, amor. Te acompañaría, pero tengo que ir a ultimar cosas con mis hermanos.
L: Está bien, amor. Te entiendo -le di un beso cálido y a la vez pasional y me fui.
Agarré las llaves del auto, salí de casa y me fui directo a mi destino.
Llegué y a lo lejos se notaba que el lugar no era muy concurrido. Me dirigí a la dirección que me había mandado Domina por correo. Allí no parecía haber ninguna tienda de ropa. Esto me resultaba algo raro.
Me fui acercando más al lugar y entré. Era un lugar completamente vacío, oscuro, ventanas rotas, espeluznante. Un escalofrío recorrió mi cuerpo de pies a cabeza. De pronto sentí unos pasos alejados. Mis dudas eran ciertas: alguien más estaba en este galpón abandonado conmigo. Y, a mi parecer, sea quien sea esa persona, no era muy amigable.
L: ¿Ho...?
No pude terminar de hablar porque alguien me agarró de atrás y me tapó la boca con su mano derecha. Tenía un trapo en su mano que me lo colocó en mi boca. Pronto el sedante empezó a surtir efecto. Intenté forcejear los últimos segundos, pero mi atacante era más fuerte. No pasó mucho tiempo para que entre en un sueño profundo.
L: ¿Donde estoy? -mientras pronunciaba esas palabras, me di cuenta de que estaba atada manos y pies a una silla.
Xx: Shh... no lo vas a saber hasta que yo decida -dijo con voz ronca, voz masculina.
L: ¿Quién eres? ¿Por qué me haces esto?
Xxx: Cállate o te haré callar -esta vez era una voz femenina. Preferí callarme antes de saber que era lo que me iba a hacer.
En un momento, la mujer -que por cierto estaba completamente tapada, por eso no la reconocí-, se fue hacia afuera a hacer quién sabe qué. Y yo, me quedé con el chico que se alejó y no me dirigió la palabra. Estaba llorando y rogando que alguien me venga a rescatar.
Narra Guido
Terminamos los asuntos pendientes y me dirijo nuevamente a casa. Llegué y no había nadie. Por la hora, me imaginé que Lu ya tendría que estar viniendo.
G: ¿Amor? -nadie, un silencio reinó la casa.
Intenté llamarla. Sonaron tres tonos que parecían eternos. Fuera de servicio. Llamé a Ámbar. Me dijo que no sabía nada de ella. También llamé a More y Mel. Nadie sabe nada. Todo esto me está asustando un poco mucho. La intenté llamar de nuevo y nada. No sabía qué hacer. Esto me está preocupando y mucho. De pronto recibo una llamada de un número desconocido.
-Llamada-
G: ¿Hola? -dije en sollozos.