29. Me lees la mente, rizos

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FINN.

Habían pasado un par de semanas desde la confesión de Jack a su padre, él cual tampoco había llamado de nuevo a Jack o algo por él estilo, después de todo él le había dado una golpiza a su hijo y no estaba preocupado.

Por otro lado Jana su madrastra que ya se encontraba en mejor estado si que había llamado y nos felicito por haber tenido él valor de contarlo, aún que prácticamente yo no hice nada, lo cual me molesto por que Jack ni siquiera me pidió que lo acompañase ese día.

En cuanto a Mills, Noah y la madre de Millie... Ellos son otra historia. La madre de Millie los había corrido de la casa, lo menos o lo más que yo pude hacer por mis amigos fue ofrecerles mi casa, ni mi madre ni yo podríamos haberlos dejado abandonados a su suerte menos siendo mis mejores amigos.

Pero en fin, en este momento estábamos todos; Millie, Noah, Jack mi madre y yo en la sala viendo una película, yo estaba acostado con mi cabeza en las piernas de Jack mientas él tomaba mechones de mi rizado cabello, era tan relajante que sentía que en cualquier momento me quedaría dormido, cada vez mis ojos se sentían más pesados hasta que final mente me dormí.

***

—Finn, despierta...—Escuchaba una voz lejana.—Amor, despierta.—Cada vez esa voz se oía más fuerte.—Finn.—Finalmente desperté de golpe levantando mi cabeza de las piernas de Jack.

—¿Si?, ¿Qué hora es?—Pregunte rascando mi nuca.

—Las once con cincuenta y dos minutos.—Respondió con una sonrisilla.—Dormiloncito, todos se han ido a dormir.—Me dijo tomando mi mano.—Ven, vayamos a arriba.

Subimos las escaleras dirigiéndonos a la puerta de mi habitación, yo ya me encontraba más despierto y al llegar Jack me tiro a la cama suavemente mientas yo apoye mis codos sobre esta levantando levemente mi cuerpo.

—¿Quieres hacerlo?—Le pregunte mirándolo a los ojos y viendo como sus pupilas estaban más dilatadas que de costumbre.

—Me lees la mente, rizos.—Dijo para seguido abalanzarse sobre mi tomando mi cintura.

Nos besamos, fue uno de esos besos cargado de sentimientos y deseo.

—¿Qu-qué tal s-si mi madre o alguien n-nos escucha?—Pregunte a Jack sintiéndome más excitado.

—Pues... Veremos.—Dijo guiñandome un ojo volviendo a besarme.

Nos quitamos la ropa quedando completamente como vinimos al mundo.

Jack estaba sobre mi frotando su cuerpo con él mio mientras que yo acariciaba su espalda.
No falto mucho para que pronto Jack comenzará a embestirme; con movimientos lentos y rápidos.

—J-Jack, O mi Dios...—Gemía su nombre lo cual parecía que le excitaba más pues soltaba pequeños jadeos embistiendo cada vez más rápido.—Jack, santa mi-mierda J-Jack... No p-pares.

Jack seguía y seguía, llevandome a un mundo de placer en cualquier momento nos correríamos estaba completamente asegurado.

Seguimos con lo nuestro, Jack aumentaba sus embestidas a veces más lentas a veces más rápidas pero todas buenas. Unos minutos más tarde Jack y yo nos corrimos, yo sobre él abdomen de Jack y él dentro de mi maldición, creo que voy a quedar embarazado...

Los dos nos dejamos caer sobre la cama con nuestras respiraciones aun entrecortadas.

—Si así de bien vas a hacérmelo cuando te deje ser él que mande... Dejare que siempre lo hagas tu.—Dije y él río.

—Te amo...—Dijo y así nos quedamos dormidos.

***

Baia, baia la papaia 7u7

Espero que les haya gustado y después de esto... Vayan a leer la biblia:)

L(a)s amooooo.

Guerra, fuera :3



No Soy Gay «Fack»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora