Completely Aware || Ragoney ||

4

Todavía faltaba una media hora para que pusieran la cena y ya habían acabado los ensayos.

Raoul aprovechó ese rato para ducharse, ya que era el único que no se había duchado por la mañana.

Agoney estaba lavándose las manos cuando lo vio entrar en las duchas. Sabía que era el único momento en el que iba a encontrar a Raoul solo y sin cámaras para poder hablar con él. Así que esperó unos diez minutos y después picó a la puerta.

-¿Raoul? –dijo.

-¿Qué? –contestó el chico desde dentro.

-¿Estás vestido?

-Si.

Agoney abrió la puerta y entró. Vio a Raoul casi vestido, poniéndose la camiseta.

-Hola. –dijo Agoney sonrojándose.

-¿Qué haces aquí? –preguntó Raoul un poco borde.

En realidad ya lo sabía porque había escuchado la conversación que había tenido con Alfred en la habitación, pero se lo quería poner un poco difícil.

-Quería hablar contigo. –dijo Agoney mirando el suelo, nervioso. –Sobre lo que pasó anoche... quería disculparme por lo que te dije. Estuvo fuera de lugar. Y lo siento.

-Tienes razón, estuvo fuera de lugar. –dijo Raoul. Agoney levantó la cabeza para mirarle a la cara. –Pero tampoco fue muy acertado lo que yo dije y menos en ese momento. Así que... yo también lo siento.

Los dos se quedaron en silencio por un momento. Raoul se puso a secarse el pelo con la toalla y Agoney empezó a mirar a su alrededor hasta que fijó su mirada en la cortina de la ducha.

-Entre Ricky y yo no hay nada. –dijo finalmente.

-Ah. –dijo Raoul, mirándolo con la toalla entre las manos.

-Entiendo que pudieras pensar que había algo, y probablemente no eres el único, pero no lo hay. Y ayer tampoco era el mejor momento para preguntármelo y bueno... por eso me puse como me puse. Que tampoco justifica lo que dije...

-Ago, que no te ralles. –dijo Raoul poniendo una mano en su hombro. –Ya está, ¿vale? Lo olvidamos.

-Vale.

Los dos sonrieron y Raoul se acercó para abrazarlo. El otro chico devolvió el abrazo y no pudo evitar que se le empañaran los ojos de lágrimas. El rubio notó como se le mojaba la camiseta y lo abrazó todavía más fuerte.

-¿Estás llorando? –le preguntó.

-Lo siento. –dijo separándose mientras se secaba las lágrimas. –No sé que me pasa. –dijo riendo.

-Necesitabas soltarlo.

Raoul lo volvió a abrazar, y Agoney se dejó llevar y lloró.

Se pasaron un rato así, Agoney llorando y Raoul abrazándolo sin más. Hasta que rompió el silencio de nuevo:

-Pues vaya dramOT.

Con eso Agoney se empezó a reír y se volvió a separar del otro chico. Los dos se miraron sonriendo y Raoul le secó las lágrimas con la toalla que todavía tenía en la mano.

Se quedaron mirando con una sonrisa en la cara. Agoney cogió de la mano a Raoul y se la apretó un poco como signo de agradecimiento. Raoul miró sus manos y después volvió a subir la mirada hasta los ojos del otro chico, que lo estaban mirando con ternura.