Completely Aware || Ragoney ||

11

Raoul fue a la habitación a buscar a Agoney, donde se imaginó que estaría después de haberse ido enfadado. Tampoco entendía porque le había molestado tanto, era solo un ensayo.

Se lo encontró ahí, dando vueltas.

-Ago. –dijo Raoul entrando.

-¿Qué? –contestó Agoney en un tono tajante.

-Que no te pongas así.

-¿Y cómo quieres que me ponga? –dijo alzando los brazos. –Si primero me dices una cosa, luego otra, luego haces lo que te da la gana... Y al final quedo yo como un idiota.

-Lo siento... –dijo Raoul mirando hacia abajo. –Me he arrepentido en el último momento.

-¿Por qué?

-Porque hay cámaras y... no sé.

-¡Pero si es solo un beso!

-No. No es solo un beso. Es toda la interpretación y lo que significa y...

Agoney no lograba entender cómo podía ser tan cuadriculado y cabezón. Ya le podrían haber dado esa canción con Ricky, que por lo menos eso si que sería visibilización real. Intentó calmarse para explicárselo.

-Lo que significa es que por fin vamos a dar representación en la televisión pública a algo que se sale de la norma hetero. Por fin va a haber visibilización. Pero a ti eso te da igual, lo único que te importa es que la gente no piense que eres gay.

-No es eso Agoney. –dijo Raoul molesto. –Me da vergüenza hacerlo delante de una cámara y que lo vea todo el mundo. Pues igual que a Amaia le da vergüenza besarse con Alfred delante de las cámaras. Es por mi. Me dan vergüenza este tipo de cosas. No quiero que se metan en mi vida.

-Nadie se va a meter en tu vida, Raoul. Lo de Amaia y Alfred es real, lo nuestro es solo una interpretación.

Esas palabras le dolieron. Que dijera que no era real cuando para él, era lo más real que había sentido en su vida.

-Pero es que para mi no es solo una interpretación. –las palabras salieron de su boca antes de que pudiera pararlas.

Se hizo el silencio durante un momento. Agoney estaba perplejo. No sabía si estaba entendiendo bien el significado de aquellas palabras, y no quería que su mente viajara a lugares peligrosos para luego estamparse de boca contra el suelo.

-¿Qué? –preguntó finalmente con un hilo de voz.

Raoul se acercó a él. Estaba más nervioso que nunca, pero ahora que lo había soltado no se iba a echar para atrás.

-Que para mi no es solo una interpretación. –repitió mientras le cogía una mano.

Agoney le miró serio, todavía intentando asimilar lo que estaba diciendo el otro chico. El corazón empezó a latirle cada vez más rápido mientras Raoul ponía una mano en su mejilla y posaba la mirada en sus ojos, para después desviarla a sus labios.

Agoney siguió el mismo recorrido, y al fijarse en sus labios decidió que ya había esperado suficiente. Con la mano que tenía libre lo agarró de la nuca, lo acercó suavemente y, por fin, sus labios se juntaron.

El beso fue suave. Ninguno de los dos quería estropearlo. Sus labios se amoldaban perfectamente y seguían el mismo ritmo, como si ya hubiera estado marcado. Como si siempre hubieran sabido que se iban a encontrar.

Cuando se separaron para coger aire, se quedaron apoyados frente con frente, igual que habían estado practicando el día anterior.

-Para mi tampoco es una interpretación. –susurró Agoney, rompiendo el silencio.