Completely Aware || Ragoney ||

27

-¿Pero tú estás tonto o qué te pasa?

Raoul levantó la vista de su móvil. Era su hermano, que acababa de entrar en su habitación y traía cara de pocos amigos.

-¿Qué pasa, tete? –preguntó Raoul, sin saber a qué venía eso.

-¿Qué pasa? Pues lo que has dicho en esa entrevista. ¿Cómo se te ocurre?

Se quedaron mirando durante un momento en silencio.

-Me he puesto nervioso. –contestó finalmente Raoul.

Porque tampoco era mentira. Se había puesto nervioso, pero no por eso lo había dicho. Más bien, lo tuvo que decir y por eso se puso nervioso.

-Joder, una cosa es ponerte nervioso del plan más rojo que tu camisa de la gala 5, y otra decir que eres hetero y tienes novia. Encima dos mentiras de golpe.

-Ya, no debería haber dicho eso, soy un desastre.

-Verás cuando salga Agoney y lo vea...

Si no lo ha visto ya.

Porque Raoul estaba convencido de que de alguna manera se las habían arreglado para que lo viera. Sino, ¿para qué le mandarían hacer la prueba?

-Ya hablaré con él cuando salga, te lo prometo. –dijo.

-Más te vale arreglarlo, porque ese chico es muy puro, y es lo mejor que te podría haber pasado. –se sentó a su lado en la cama.

-Lo sé. –suspiró Raoul.

En realidad le había mandado un montón de mensajes, pero no le había contestado todavía. Se estaba empezando a desesperar.

-Mira. –dijo Álvaro, poniendo una mano en su hombro. –Sé que no es fácil salir del armario en tu situación, Raoul, porque ahora mucha gente te conoce, y es normal que tengas miedo de lo que pueda pasar...

-Tete, que no hay ningún armario. –le interrumpió. –Que eso no es lo que me preocupa. Lo que no quiero es que se metan en mi vida. En nuestras vidas.

-Pero lo harán igualmente. Estés con quien estés, aunque estés solo. Siempre alguien se va a meter en tu vida, pero lo que tienes que hacer es ignorarlo.

-No es fácil.

-Ya lo sé. Pero yo sé que podrás.

Su hermano le dedicó una sonrisa, le abrazó y después salió de la habitación para volver a dejarle solo con sus pensamientos.

Lo primero que hizo fue mirar el móvil por si Agoney le había contestado, pero nada. Quizá ni siquiera le interesaba hablar con él después de aquello. Tal vez le odiaba tanto que no quería volver a verle en la vida.

Raoul solo esperaba que por lo menos leyera todos los mensajes que le había enviado.

-Hay que encontrar otro sitio para esconder eso. –dijo Miriam nada más entrar en la habitación. –Por si lo necesitamos durante el día y la habitación está cerrada.

-Como hoy. –dijo Agoney enfadado.

-Ago. –dijo la chica acercándose. –Estoy segura que en cuanto mires el móvil vas a tener doscientos mensajes suyos. Es que segurísima.

-¿Y si no? ¿Y si realmente es verdad que está conociendo a una chica y a mi solo me usó porque se aburría aquí dentro?

-¿Pero tú te estás oyendo? ¿En que universo haría Raoul algo así?