Nerea estaba nerviosa.
El plan para escapar le había parecido genial el día anterior, pero conforme se acercaba la hora de llevarlo a cabo, empezaba a tener más dudas.
¿Y si no era una sola persona quién les llevaba la comida? ¿Y si eran unos cuantos y les hacían daño por intentar escapar?
Intentaba relajarse mirando la tele. Aitana se estaba peinando y planchando el flequillo, como siempre.
La notaba más triste desde que la veía a través de una pantalla. Quizá era porque no pudo hablar con Vicente en Navidad, y estaba asumiendo que lo suyo se había acabado para siempre.
Nerea le había hablado por Whatsapp el día de Navidad por la mañana, y Aitana le había dicho que Vicente no había contestado a ninguna de sus llamadas.
A la rubia le encantaría estar con ella para apoyarla y consolarla, pero se tenía que conformar con verla desde el televisor.
Mireya y Ana tenían razón cuando dijeron que el canal 24h era adictivo. Lo que más había sorprendido a Nerea, fue lo diferente que se veía todo desde fuera. Veía a sus compañeros de otra manera, y se enteraba de más cosas.
Como por ejemplo, de la extraña relación que llevaban Amaia y Miriam últimamente. La discusión entre Alfred y Amaia, que Nerea supuso que era a causa del juego. Pero aún así, Miriam había actuado de una forma rara todo el día, y después se había llevado a Amaia a las duchas. Se pasaron un rato ahí dentro, y por la cara que traía Miriam al salir, se habían estado liando. Realmente esperaba que Pablo no lo hubiera visto.
Qué fácil era verlo todo desde fuera.
Nerea estaba descubriendo muchas cosas, no solo de sus compañeros, sino también de si misma. Como por ejemplo, que quizá sentía algo más que amistad por la chica que se estaba planchando el flequillo. Que quería a todos sus compañeros, pero estaba todo el día esperando a que la enfocaran a ella para ver qué hacía, la ropa que llevaba, lo guapa que estaba...
¿Cómo podía ser que hubiera tenido que verla a través de una pantalla para darse cuenta?
-Nerea, ¿estás bien? –le preguntó Mireya, sacándola de su trance.
-Si. –contestó ella. –Solo un poco nerviosa.
-Yo también. Espero que salga bien, porque no me quiero quedar aquí para siempre.
-Ni yo. –dijo Ana, sentándose a su lado. –Ya queda poco para que nos traigan el desayuno. ¿Están preparadas?
-Supongo. –suspiró Nerea.
Los últimos minutos hasta las diez pasaron muy lentos. Pero por fin, el reloj marcó las diez en punto, y las tres se levantaron lentamente para ponerse cerca de la puerta, Nerea preparada para abrirla y Ana con el secador de pelo en la mano.
Vaya plan más cutre. –pensó Nerea justo antes de oír el ruido de la puerta de fuera abriéndose.
Las tres se miraron nerviosas, con el corazón en la garganta y las manos sudorosas, pero decididas. Tenían mucho que perder si aquello salía mal.
Nada más oír el sonido del pestillo al abrirse, Nerea abrió la puerta de golpe, y Ana lazó el secador, que desgraciadamente, cayó a los pies del chico.
Un chico alto y castaño.
Mireya fue rápida en quitarse su zapato de tacón y tirárselo a la cabeza, y por suerte le dio, pero no fue suficiente para pararlo antes de que saliera por la puerta y esta se cerrara.
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Completely Aware || Ragoney ||
FanfictionRaoul y Agoney pensaban que lo peor que les podía pasar dentro de la academia era enamorarse de uno de sus compañeros mientras las cámaras grababan todos sus movimientos. Hasta que pasa algo que hace que sus vidas y las de todos sus compañeros corr...