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Nerea empezó a despertar a causa de unas voces.

-Que si que respira, coño.

-Es que está tardando mucho en despertar.

-Bueno, no es nada nuevo en Nerea.

¿Mireya?

Cuando abrió los ojos, se encontró completamente desubicada. No estaba en su cama (ni en la de casa ni en la de la academia) y no conocía en absoluto el espacio en el que se encontraba.

-Mira, ha abierto los ojos, ¿ves?

Aquella vez no había duda, era la voz de Mireya.

Nerea se incorporó rápidamente, y miró a su amiga. No tardó ni dos segundos en abalanzarse sobre ella y abrazarla fuerte.

-Estás bien. –dijo aliviada, y entonces se fijo en la otra chica que estaba al lado de Mireya, Ana. –Y tú también.

Alargó el brazo para unirla también en el abrazo, y estuvieron así un rato hasta que la más pequeña las soltó y empezó a mirar a su alrededor.

Era una especie de habitación. Parecía antigua, con las paredes ennegrecidas y algunas grietas. Al fondo, a su izquierda, había un váter y un lavabo, con un neceser abierto y dos cepillos de dientes que sobresalían. Al lado, había un armario viejo, pero bastante grande. Ellas estaban sentadas en una especie de colchonetas, que a Nerea le recordaban a las que usaban en su colegio para hacer volteretas en Educación Física, y había unas cuantas mantas y almohadas por encima. Justo en frente, había un televisor.

-¿Dónde coño estamos? –preguntó asustada.

-Ni puta idea. –contestó Mireya.

-Esto es prácticamente mi casa, ya. –dijo Ana, encogiéndose de hombros.

-¿Llevas aquí metida más de una semana?

-Sí, casi dos si no llevo mal la cuenta.

-Pero no te asustes. –dijo Mireya. –No se está tan mal. Lo peor es que tenemos que cagar aquí dentro y no nos podemos duchar pero por lo demás...

-¿Tenemos que cagar aquí dentro? –se alarmó la pequeña.

-Por lo menos tenemos váter. –contestó Ana. –La putada es que no haya ducha, que lavarnos las partes íntimas en ese grifo es un coñazo.

-¿Qué?

-A ver, que estamos asustando a la pobre niña. –interrumpió Mireya. –Mira, ¿ves esta tele que ahora está apagada? Se encenderá en un rato, y está puesta en el canal 24h. Nos pasamos el día viendo lo que hacéis en la academia, y aunque es una putada no estar ahí, por lo menos es entretenido.

-Si. –añadió Ana. –Entiendo a la gente que esté enganchada a esto, porque hasta ver a Miriam peinarse es entretenido. Mucho más que si estuviéramos ahí.

-Es que Miriam tiene arte pa' to', hasta pa' peinarse. –rió Mireya. –Y luego en ese armario hay ropa y comida. Bueno, comida que no necesita nevera y eso. Las comidas principales nos las traen.

-¿Cómo que os las traen? ¿Pero esto que es, un hotel?

-Ojala. –contestó Ana. –Bueno, ya lo verás después, pero detrás de esta puerta –la señaló a su derecha. –Hay un pequeño espacio y después otra puerta. Cuando nos traen cosas, nos abren esta y cierran la otra, y podemos coger los que sea que dejan ahí. Por desgracia, son muy rápidos y nunca hemos llegado a la otra puerta antes de que la cierren.

Completely Aware || Ragoney ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora