Completely Aware || Ragoney ||

12

Los primeros en volver de las firmas fueron los que habían ido a Barcelona. Comieron en la academia mientras comentaban, todavía asombrados, todo el apoyo que habían recibido, las cosas que les habían regalado, lo que les habían dicho los fans...

Después tuvieron clases. Raoul las tuvo que hacer solo porque Agoney todavía no había vuelto. La verdad era que tenía muchas ganas de verle y contarle todo lo que había vivido aquella mañana. Y de que él le contara qué tal por Madrid. Y de volver a besar sus labios, eso era de lo que más ganas tenía desde la noche anterior.

No se arrepentía en absoluto de haberle confesado lo que sentía. Aunque no se lo había dicho explícitamente, se lo había demostrado. Y se sentía muy orgulloso de haberlo hecho. Todavía tenía un poco de miedo por las cámaras y por si la gente se enteraba, pero ¿qué era lo peor que le podía pasar? Sabía que su familia y sus amigos no le iban a dar importancia al hecho de que le gustara un chico.

Aunque todavía no habían hablado de lo que eran. Pero todo parecía fluir tan fácil cuando estaban juntos que le daba igual.

Tuvo clase con los Javis, y entre broma y broma le dijeron que si se besaban al final de la actuación, mejor.

Raoul se quedó pensativo. Él mismo había tenido esa idea el día anterior, pero luego se rajó en el último momento por las cámaras. Pero ahora ya se habían besado, y si era por la actuación... Cuando llegara Agoney lo hablaría con él.

Después de la merienda llegaron los de Madrid. Raoul tuvo la genial idea de esconderse para asustarlos cuando llegaran, y a Agoney casi le da un infarto.

Nerea corrió hacia él y se lanzó a abrazarlo fuerte. Raoul quería hacer lo mismo, pero sabía que no podía. Así que fue a saludar primero a Mireya y luego se unió a la conversación que estaba teniendo Agoney con Nerea. Cuando él le vio le dedicó una amplia sonrisa y Raoul se la devolvió.

Estuvieron hablando en grupillos durante un rato cuando llegaron también las de Valencia, contando anécdotas que les habían pasado y riendo juntos. Aitana y Amaia le contaban a Martí un montón de cosas, y él, como de costumbre, les respondía con sarcasmo.

Antes de que empezara el pase de micros Raoul se llevó a Agoney a la habitación, porque quería hablar con él sobre su actuación.

Cuando entraron en la habitación Agoney cerró la puerta, y en un segundo tenía a Raoul arrinconado contra la pared y ya le estaba besando. A Raoul eso le pilló por sorpresa, pero no se apartó. El beso no duró mucho, pues sabían que sus compañeros estaban por ahí y podrían entrar en cualquier momento.

-¿A qué ha venido eso? –preguntó Raoul sorprendido al separarse.

-Te eché de menos hoy. –le contestó Agoney con una sonrisa tímida. –Te pusiste rojo.

-Es que no me lo esperaba. –se defendió Raoul. –Yo lo que quería era hablar. Pero que me ha gustado eh.

-Ya... –rió Agoney. -¿De qué querías hablar?

-He tenido clase con los Javis, y me han insinuado que deberíamos acabar con un beso.

-¿Y tú que piensas?

-¿Tú que piensas? –intentó evadir la pregunta.

-Yo ayer estaba dispuesto, fuiste tú quien se echó para atrás.

-Ya, y lo siento. En parte era porque no quería que tú supieras... bueno, ya sabes...

-No, no sé. –dijo Agoney haciéndose el tonto.