Completely Aware || Ragoney ||

5

Después de clase de baile era el mejor momento para ducharse. O eso pensaba Agoney, que se había metido en la ducha mientras la mayoría de sus compañeros empezaban a comer. Así quizá podía evitar a Raoul un poco más y relajarse bajo el agua caliente.

Pero sus esperanzas se desvanecieron cuando se abrió la cortina de su ducha y entró Nerea desnuda.

-¿Qué coño haces? –gritó Agoney alarmado.

-Ducharme. –le contestó Nerea, como si fuera lo más natural del mundo.

-¿Aquí?

-Quería hablar contigo en un sitio privado.

-No, si privado es... ¿Pero necesario?

-Mucho. Porque te he visto hoy en la clase de Magalí mirando a Raoul todo el rato. Te gusta, ¿verdad?

Agoney se puso rojo.

-¿Qué dices? Le miraba porque le tenía en frente. –intentó quitarle importancia.

-Ya, pero es que estabas embobado. Con su culo. –Nerea levantó una ceja.

-Es que tiene un buen culo, y lo sabes. –se defendió. –Y si, claro que lo encuentro atractivo, pero nada más.

-¿Seguro?

-Que si, me parece atractivo y ya está.

-Bueno... –dijo Nerea sin estar muy convencida.

Pero esa respuesta le valía por ahora. Así que se metió debajo del agua para mojarse bien el pelo.

-Dime que por lo menos has traído tu champú. –dijo Agoney.

Nerea se rió y se lo pasó.

Durante los ensayos de la tarde Alfred le volvió a preguntar por Raoul.

-¿Al final arreglasteis las cosas?

-Si, ayer hablamos. –contestó Agoney.

-Pues la verdad es que no lo parece, porque no os he visto hablar en todo el día.

-Ah, pues no lo sé.

Se hizo un poco el tonto pero sabía que Alfred tenía razón. Se habían estado evitando todo el día. Y si él lo había notado quizá los otros compañeros y la gente en sus casas también.

Deberían hablar y aclarar las cosas para que no se crearan malentendidos. Y no solo por eso, la verdad es que Agoney echaba de menos estar de buen rollo con Raoul como lo habían estado la semana anterior.

Pero no sabía cómo hablar con él, ni qué hablar con él, sin meter la pata.

Después de cenar, Raoul y Aitana se pusieron a ensayar su canción en la sala del piano. De momento la llevaban bien, aunque todavía no sabían que coreografía les iba a poner Vicky. Esperaban que fuera ligera, porque a ninguno de los dos se les daba muy bien bailar.

Cuando acabaron de ensayarla por tercera vez, los dos se sentaron.

-Ya nos podían haber dado otra de Justin. De su último disco, por ejemplo. –dijo Aitana.

-Pues si. Yo esas me las sé más. Esta la había escuchado poco.

-¿Y te has mirado la grupal ya? –le preguntó Aitana mientras abría el book para buscar la letra.

-La verdad es que hoy no.

-Pues mañana es el pase... Y hoy no te he visto muy centrado en el ensayo.